Me crié en la Ciencia Cristiana y siempre había seguido sus enseñanzas. Aun así, durante años no me dediqué por completo a la demostración de esta Ciencia. Finalmente, llegué a un momento de mi vida en el que, de diferentes formas, se manifestó un falso sentido de separación. Al principio, me separé de las enseñanzas de la Ciencia Cristiana y comencé a tomar bebidas alcohólicas. Al mismo tiempo, uno de los pies comenzó a dolerme mucho. Un doctor diagnosticó la condición como una leve separación en un hueso del pie, y me dijo que tendría que usar una pieza especial en el zapato a fin de aliviar la molestia. Asimismo, alrededor de esa época, me separé de mi marido, pues pensaba que sería más feliz si vivía por mi cuenta.
Una mañana en que me sentía muy deprimida y sólo podía caminar con gran dificultad, me llamó una amiga Científica Cristiana. Luego de contarle todos mis problemas, me preguntó por qué no llamaba a un practicista de la Ciencia Cristiana. Parecía que me había acostumbrado a depender cada vez más de la materia y la medicina. Pero cuando oí las palabras Ciencia Cristiana, éstas sonaron muy cálidas e inspiradoras. Mi amiga mencionó el nombre de una practicista, y pude encontrarla en el The Christian Science Journal. Entonces la llamé, y me contestó con mucha alegría.
Durante esa conversación, me di cuenta de que la cojera que tenía ponía en evidencia, en ese caso, una lucha interior que era la consecuencia de mi indecisión, como si estuviera caminando sobre una cerca. Sentí que me despojaba de una tremenda carga a medida que me di cuenta de que había estado luchando por decidir si debía “beber o no beber”, “ser Científica Cristiana o no ser Científica Cristiana”, “estar casada o ser soltera”.
Aquel día, hice una cita para ver a la practicista. Luego, decidí apoyarme totalmente en la Ciencia Cristiana para la curación. Me deshice de todas la medicinas y vitaminas. El dolor del pie desapareció instantáneamente y jamás ha vuelto. Pude comenzar a correr nuevamente, incluso, pude correr en dos competiciones aquel verano. El pie sigue completamente normal.
Durante la entrevista que tuve con la practicista, me sentí tan cómoda hablando de Ciencia Cristiana como si hubiera vuelto a relacionarme con una vieja amiga. Le conté a la practicista lo que había ocurrido en el pasado, pero ella de ninguna manera me dejó con un sentimiento de culpabilidad. En vez, con mucho tacto me indicó que simplemente no había sabido cómo orar para sanarme a mí misma.
Todavía recuerdo el viaje de regreso a mi departamento luego de la visita. Estaba lloviendo; sin embargo, ¡ése era el día más soleado de mi vida! Esa noche, mi marido y yo felizmente nos volvimos a reunir. Al mes, me había hecho miembro de la filial local de la Iglesia de Cristo, Científico, en donde mi marido también era miembro. Pocos meses después, mi marido y yo tomamos instrucción en clase de Ciencia Cristiana. En las palabras de la Biblia (Romanos 8:38, 39): “Ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro”.
Desde que tuve las curaciones del pie y de la afición a las bebidas alcohólicas, he tenido numerosas curaciones. Una de ellas fue la curación de una irritación muy dolorosa en los ojos. Además, como resultado de la oración, encontré un trabajo que ha sido muy valioso para mí, y una vivienda muy cómoda. Estoy muy agradecida por pertenecer al personal del The Christian Science Monitor.
Valencia, California, E.U.A.
Con alegría confirmo el testimonio de mi esposa. El desafío del que ella habla, nos hizo pasar por un período de luchas que nos guió a ambos a estudiar profundamente la Biblia y los escritos de Mary Baker Eddy. Este tiempo de estudio llegó a su punto culminante cuando solicitamos, y recibimos, instrucción en clase Primaria, la que nos dejó una mayor comprensión de la Ciencia Cristiana y gratitud por ella. Ahora, nuestras relaciones y nuestro matrimonio tienen una base más fuerte y espiritual.
