Esta es una época para “estar al estar”. Parece que sabemos todo acerca de todos, desde nuestros vecinos hasta las estrellas de cine. Pero en algún lugar de este torbellino de información, y con mucha frecuencia de información errónea, lo más importante de todo se pierde: lo que el corazón siente profundamente acerca de los asuntos más significativos de la vida. La gente está empezando a reconocer que este mundo asciende y desciende debido no tanto a los altibajos de la bolsa de valores, o a los detalles personales que con tanta frecuencia llenan los periódicos, sino a lo que la gente piensa acerca de estos asuntos importantes.
Con esta intención, el Heraldo de julio de 1986 incluyó una serie de preguntas y respuestas que, en realidad, fueron hechas a Científicos Cristianos en una variedad de circunstancias. Empezando con este ejemplar, continuaremos publicando tales preguntas y respuestas varias veces al año. Algunos de estos intercambios ocurrieron durante charlas que Científicos Cristianos fueron invitados a dar a grupos de iglesias o a clases educativas. Otro material fue tomado de la correspondencia entre la oficina de información de nuestra Iglesia, el Comité de Publicación, y de varias personas que sometieron preguntas, como también de la información suministrada a los medios informativos.
Como dijimos previamente, este foro “no tiene la intención de dar una explicación de la norma de la iglesia, sino, más bien, es una ventana abierta a través de la cual se pueden ver las convicciones de los Científicos y la naturaleza de nuestra Iglesia”.
De una charla a un grupo de una iglesia tradicionalista.
Pregunta: ¿Tenemos en la Biblia lo que necesitamos para nuestra salvación o necesitamos algo más?
Respuesta: Consideramos que la Biblia es suficiente, que la revelación que contiene — básicamente la vida de Jesucristo — revela completamente, mediante verdadera experiencia, la naturaleza de Dios y la relación del hombre con El. Por otra parte, los Científicos Cristianos sí perciben que la importancia de la revelación bíblica necesita comprenderse en su completo significado espiritual hoy en día, y que un rayo de luz espiritual, por decirlo así, tuvo que ser proyectado sobre ella. Esto es para ellos, la importancia del descubrimiento de la Ciencia Cristiana.
De una charla a un grupo de bautistas
Pregunta: ¿Creen ustedes que lo que está en el libro de la Sra. Eddy, Ciencia y Salud, fue, en cierto modo, una revelación divina?
Respuesta: Sí, pero no en una especie de sentido místico. No en términos de ángeles o tablas que vinieron del cielo. Fue una revelación o descubrimiento de todo lo que Dios realmente es, y, con ello, un esparcimiento de gran luz sobre las Escrituras.
De una carta a un clérigo
Pregunta: ¿Cómo ocurre la curación en la Ciencia Cristiana?
Respuesta: Jesús dijo: “Buscad primeramente el reino de Dios” Mateo 6:33. y, también, después de efectuar una curación: “Si por el dedo de Dios echo yo fuera los demonios, ciertamente el reino de Dios ha llegado a vosotros”. Lucas 11:20. Claramente él vio que la enfermedad y la maldad humanas no eran parte del reino de Dios. Sobre la base de esto, la Ciencia Cristiana ve que la enfermedad y toda la materialidad no han sido creadas por Dios ni son parte de Su reino, sino una consecuencia de nuestro concepto de separación de Dios.
Entonces, ¿cómo ocurre la curación? No ocurre ignorando la condición o negando las profundas necesidades humanas de la gente, sino poniéndonos en armonía con el reino de Dios o con la voluntad de Dios mediante la oración. Esta es la oración que Mary Baker Eddy, la Fundadora de la Ciencia Cristiana, describe en las palabras siguientes: “La oración verdadera no es pedir a Dios que nos dé amor; es aprender a amar y a incluir a todo el género humano en un solo afecto. Orar significa utilizar el amor con el que Dios nos ama”. No y Sí, pág. 39.
De una charla a un grupo en una iglesia
Pregunta: ¿Es cierto que los Científicos Cristianos están en contra de los médicos?
Respuesta: La manera en que está puesta la pregunta suena como una posición política. Obviamente, los médicos no son algo con lo que estamos “en contra”. Nadie puede estar en contra de móviles humanitarios y desinteresados. Yo no podría estar en contra del médico que cuidó del hijo de una vecina mientras su madre estaba ausente, y fuimos nosotros que lo llevamos al hospital, comprendiendo que ése hubiera sido el deseo de sus padres. La norma para los Científicos Cristianos se encuentra en los escritos de la Sra. Eddy: “El Científico Cristiano genuino ama al protestante y al católico, al Doctor en Teología y al Doctor en Medicina, ama a todos los que aman a Dios, el bien, y ama a sus enemigos”. The First Church of Christ, Scientist, and Miscellany, pág. 4. Es verdad, por supuesto, que los Científicos Cristianos creen que la curación mediante la oración y medios espirituales, es una parte muy real de la Iglesia Cristiana. Eligen la curación por medios espirituales para ellos mismos, pero no están en “contra” de los médicos o de la medicina para quienes desean confiar en esta clase de curación.
De una carta a un periódico
Pregunta: ¿Qué creen los Científicos Cristianos en cuanto a la inmunización?
Respuesta: Los Científicos Cristianos dan suma importancia a la salud y bienestar de sus vecinos.
Por dicha razón apoyan el derecho de inmunización médica de cualquiera que esté de acuerdo con medios medicinales para la prevención y cura de enfermedades.
Sólo piden que sus hijos estén exentos de los requisitos de la inmunización por razones religiosas, puesto que la Ciencia Cristiana es un medio de curación tanto preventivo como curativo.
Pero así como otros padres podrían presentar factores más obvios, tales como posibles efectos secundarios, al considerar cuestiones de vacunación, así los Científicos Cristianos toman en consideración su propia y larga experiencia en la curación espiritual. Su confianza en este sistema de curación durante las pasadas tres o cuatro generaciones ha proporcionado muchos ejemplos de su eficacia.
En el espíritu de la admonición bíblica “todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos” Ver Mateo 7:12., Científicos Cristianos, no obstante, cumplen con la letra de la ley respecto a asuntos de salud para proteger a sus comunidades. Proceden con responsabilidad en el espíritu verdadero del cristianismo.
De una carta a un jefe de una agencia noticiosa
Pregunta: ¿Es cierto que la Iglesia de la Ciencia Cristiana está “rencorosamente dividida” en cuanto al texto de Ciencia y Salud, como lo afirma un disidente?
Respuesta: Definitivamente no. No decimos esto con el deseo de fomentar una imagen pública de una iglesia en dichosa placidez o unanimidad irreflexiva. Nuestra Iglesia encara no menos desafíos que otras religiones: y los miembros de la iglesia son igualmente diversos. Más bien, decimos esto porque, aparte de la persona mencionada (para decirlo de la manera más generosa posible) y un pequeño puñado de sus seguidores, simplemente no hay ninguna “división” entre los Científicos Cristianos respecto al texto de Ciencia y Salud. Sencillamente no podría concebirse como una situación comparable a, digamos, la división de los bautistas del sur en cuanto a la infalibilidad de las Escrituras.
Francamente, es difícil saber qué podría haber para que los Científicos Cristianos estuvieran divididos en términos de Ciencia y Salud. Las varias ediciones simplemente reflejan el discernimiento de la Sra. Eddy de maneras más claras y más eficaces de comunicar lo que ella estaba viendo acerca de la naturaleza de Dios y el hombre. Estas ediciones y revisiones principales entre 1875 y 1910, el año en que falleció su autora, ciertamente están disponibles a quienes estén interesados. Y no hay duda que el texto de Ciencia y Salud que ahora estudian los Científicos Cristianos está exactamente igual como la Sra. Eddy lo dejó en el momento de su fallecimiento.
