A lo largo de los siglos‚ la gente ha reconocido la belleza literaria de la Biblia‚ la ha valorado desde un punto de vista histórico y ha visto que es indispensable para la regeneración moral y espiritual.
Pero la Santa Biblia tiene otra clase de valor que apenas ha empezado a utilizarse. Las verdades contenidas en este precioso libro‚ si se viven en la vida diaria‚ traen curación.
A modo de ejemplo‚ en cierta ocasión me llamó muy temprano en la mañana el esposo de una señora conocida. Me dijo que su esposa había tomado una dosis excesiva de drogas; ella era también adicta al alcohol. Estaba inconsciente‚ y su esposo apenas podía sentirle el pulso. El estaba sobrecogido de pánico y me pidió que fuera a orar por ella.
Me había encontrado antes sólo un par veces con esta pareja‚ pero estaba impresionado por su profundo deseo de vivir una vida de rectitud. El esposo era miembro de una iglesia protestante; y su esposa‚ aunque no estaba afiliada a ninguna iglesia‚ era una buscadora de la verdad. No obstante, ambos parecían creer que la curación de su problema era una tarea imposible. El aparente poder del mal y‚ en general‚ las desilusiones en la vida parecían tan reales a esta familia que creían que las cosas no tenían remedio. El alcoholismo y las drogas parecían ser un medio de escape‚ pero habían hecho su vida todavía peor.
Aun así‚ durante esta crisis‚ habían pedido ayuda‚ y esta llamada telefónica fue el primer paso hacia la curación y la regeneración.
Tomé mi Biblia y fui a la casa de ellos‚ confiado en el hecho de que no era yo‚ un ser humano‚ a quien recurrían‚ sino al poder de la palabra de Dios‚ la que ellos sabían que yo amaba y atesoraba.
Cuando llegué‚ la joven señora estaba en el piso. Su esposo y yo la enderezamos y la sentamos de espaldas contra el sofá. Luego comencé a hablarle acerca del amor de Dios y Su constante disposición para ayudarnos. Le dije que el mismo poder que liberó a los hijos de Israel del cautiverio de los egipcios‚ que salvó a Daniel de los leones y al Apóstol Pablo de la mordedura de la víbora‚ estaba allí para salvarla y defenderla.
Empecé a leer en voz alta del Sermón del Monte‚ Ver Mateo‚ capítulos 5–7. que da los requisitos para la oración eficaz y nos muestra cómo defender nuestras oraciones‚ cómo proteger su utilidad. En dicho sermón, Cristo Jesús dijo: “Bienaventurados los pobres en espíritu‚ porque de ellos es el reino de los cielos”. Mateo 5:3. ¿Podía alguien ser un ejemplo más conmovedor de pobreza en espíritu que esta mujer?
Pero‚ ¿qué dijo Jesús acerca de este estado mental? ¿Que era irremediable? ¡No! Jesús dijo que estaba bendecido por Dios. Quienes sinceramente ven que el pecado o las equivocaciones del pasado son errores, pueden arrepentirse inteligentemente de estos errores y experimentar la curación. El reino de los cielos‚ la consciencia de que Dios‚ el bien‚ está gobernando nuestra vida‚ puede hacer frente a cualquier situación.
Cuando la joven señora volvió en sí, le pedí que dijera conmigo el Padre Nuestro y que realmente pensara en su significado. Cuando terminamos, ella se veía completamente normal. Me agradeció que hubiera ido a verla y manifestó su profundo amor por la Biblia.
Este incidente significó para ella un nuevo comienzo. Su carácter no se transformó de inmediato‚ ni tampoco su estilo de vida. Pero el cambio sí ocurrió. Sanó del consumo excesivo de drogas‚ del alcoholismo y de la inmoralidad. Y continúa progresando espiritualmente.
La curación mediante la oración en la Ciencia Cristiana‚ eleva — espiritualiza — el pensamiento y la vida‚ dando al individuo un concepto más claro de su relación con Dios y de su identidad verdadera como la semejanza pura y perfecta de Dios. Esto resulta en el mejoramiento de las condiciones humanas.
Al salir de su casa‚ le mencioné a esta señora lo que la Sra. Eddy dice acerca del Sermón del Monte: “A mi juicio‚ si el Sermón del Monte se leyera todos los domingos sin comentarios y se obedeciera durante la semana‚ sería suficiente para la práctica cristiana. La Palabra de Dios es un predicador poderoso‚ y no es demasiado espiritual para ser práctica‚ ni demasiado trascendental para ser oída y comprendida”. Message to The Mother Church for 1901‚ pág. 11.
La Biblia provee el fundamento mismo de la curación cristiana pura. ¿Qué podía ser más significativo que leer el Sermón del Monte el domingo y vivir su enseñanza cada día de la semana‚ comprendiendo que la Palabra de Dios es práctica y que puede sanar los males del mundo?
