Un joven a quien conozco pasó años de desdicha desesperada y destructiva, odiándose a sí mismo y recurriendo a las drogas para encontrar alivio. "Estaba en busca del cielo, y de mí mismo", me dijo tiempo después.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!