¿Estoy creyendo
— equivocadamente —
que el bien es limitado?
Perdóname, Padre
por no saber percibir
la magnitud
de Tus beneficios.
Enséñame a sentarme, humilde,
a los pies de la Mente,
y a aceptar la abundancia:
la inspiración que ya es mía.
Del número de octubre de 1987 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana
¿Estoy creyendo
— equivocadamente —
que el bien es limitado?
Perdóname, Padre
por no saber percibir
la magnitud
de Tus beneficios.
Enséñame a sentarme, humilde,
a los pies de la Mente,
y a aceptar la abundancia:
la inspiración que ya es mía.