La teología genuina tiene que conocerse por sus efectos beneficiosos. Por lo tanto, podría decirse que los teólogos verdaderos se conocen por sus obras. La Sra. Eddy explica: “La teología de la Ciencia Cristiana es la Verdad; a la cual se opone el error de la enfermedad, el pecado y la muerte, que la Verdad destruye”.Escritos Misceláneos, pág. 62.
La Ciencia Cristiana enseña que, como la semejanza de Dios, el hombre espiritual — nuestra verdadera identidad — conoce y manifiesta la perfección y compleción de la creación de Dios. De hecho, entonces, el hombre da testimonio de la teología divina. Y a medida que expresamos nuestra verdadera naturaleza, la comprensión espiritual que de manera tan natural incluimos sale a la luz en acciones de curación y redención.
Nuestro modo de ver los temas religiosos modela nuestra vida misma. Las tendencias teológicas actuales en el pensamiento popular propenden a tener un efecto en el desarrollo de las condiciones mundiales. Si deseamos curar las causas subyacentes de la angustia, tal vez sea necesario, por lo tanto, considerar la opinión religiosa. Un punto de vista que ha sido motivo de atención en años recientes — una convicción que es el opuesto diametral de la teología científica — es la teoría de que “Dios está muerto”.
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