En su breve, pero útil libro intitulado Can We Trust the Old Testament? (¿Podemos confiar en el Antiguo Testamento?), el erudito bíblico, William Neil, escribe: “Lo primero... que tenemos que aprender es cómo debemos hacer las preguntas correctas a la Biblia...” Y continúa diciendo: “Tiene poca importancia saber si Abraham era nativo de Ur de los caldeos o de Harán, y la Biblia no nos da una información clara al respecto, pero es vital, como lo percibió el autor de la Epístola a los Hebreos, reconocer a Abraham como el prototipo de todos los que se aventuran en un futuro desconocido confiando solamente en Dios”.Can We Trust the Old Testament? (New York: The Seabury Press, 1979), pág. 120.
Durante décadas, los Científicos Cristianos han visto que Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras por Mary Baker Eddy los ha capacitado para hacer exactamente lo que este pasaje sugiere: hacer las preguntas correctas a la Biblia a fin de encontrar lo que realmente contiene. Esto no quiere decir que uno ha de creer en la interpretación personal que alguien dé sobre la Biblia. Lo que quiere decir es que uno recurre de nuevo a la Palabra de las Escrituras con renovada capacidad para escuchar lo que realmente ha estado diciendo todo el tiempo.
En realidad, ¿qué nos dice la Biblia hoy en día? Si ello fuera solamente una colección de mitos y bellas historias de gran valor estético, la Biblia tendría poco valor práctico. Si fuera meramente una historia de hechos pasados que fueron gloriosos e inspiradores en su época, ciertamente no podría afectar nuestras vidas ahora. La verdadera pregunta que la gente hace a la Biblia es: “¿Cuál es el significado permanente de estos hechos? ¿Qué relación guardan con lo que es verídico hoy en día que pueda alimentar nuestra hambre espiritual y nutrir a la humanidad como ninguna otra cosa puede hacerlo?”
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!