Informe de Ghana: del fetichismo al cuidado de Dios
El siguiente informe fue enviado por Primera Iglesia de Cristo, Científico, en Accra, Ghana:
En nuestro país está muy difundida la creencia en el fetichismo. Además, se aceptan ampliamente los métodos curativos de las iglesias que aquí son denominadas espiritualistas. En medio de estos enfoques distintos, nuestra filial de la Iglesia de Cristo, Científico está creciendo en número de miembros y en actividad. Nuestros primeros contactos con la comunidad son principalmente por medio de distribución de literatura y de conferencias.
Cristianos de otras denominaciones a veces asisten a nuestros cultos. También asisten a nuestras conferencias anuales, cuya concurrencia es siempre numerosa. Después de cada conferencia, se evidencia un aumento en la asistencia a la iglesia y en las solicitudes de afiliación.
Hace poco se dio una conferencia que fue necesario postergarla dos días debido a dificultades en los arreglos de transportación. Después que se llevó a cabo, un miembro que no pudo asistir, estaba tan apenado que fue a la Sala de Lectura para “tomar” un refrigerio espiritual, según sus palabras. Leyó de Ciencia y Salud por la Sra. Eddy, y se sintió inspirado por este pasaje: “En la relación científica entre Dios y el hombre, descubrimos que todo lo que bendice a uno bendice a todos, como lo demostró Jesús con los panes y los peces — siendo el Espíritu, no la materia, la fuente de provisión”. Ciencia y Salud, pág. 206.
Alrededor de una hora más tarde, vino un visitante a la Sala de Lectura para comprar “todos los libros sobre Ciencia Cristiana”, especialmente Ciencia y Salud. El miembro, que todavía estaba estudiando allí, se acercó a él con el deseo de bendecir. El visitante, que era de un país vecino, le dijo que sabía de la existencia de una iglesia de Ciencia Cristiana en su país, pero que nunca la había visitado.
Había venido a nuestro país en viaje de negocios y encontró dificultades. Explicó que no había podido resistir consultar a un fetichista para solicitarle apoyo y protección. Este le había dicho muchas cosas misteriosas acerca de su vida y le había pedido una excesiva suma de dinero por un fetiche que supuestamente protegería su vida.
El visitante explicó que probablemente hubiera vuelto al fetichista y pagado la excesiva suma de dinero, si la mencionada conferencia se hubiera realizado el día en que estaba programada originalmente. Mas el postergar la conferencia trajo como resultado que ésta se llevara a cabo en el momento en que él la necesitaba. Después de escuchar la conferencia, se dio cuenta de que no era necesario acudir al fetichista. Ahora se sentía muy cerca de Dios y tenía una mejor comprensión de la manera en que Dios cuida y protege al hombre.
El deseo de saber más acerca de la religión Ciencia Cristiana, lo condujo a la Sala de Lectura.
Literatura salva una vida
Una iglesia en Nueva York recibió esta carta:
Desde hace un tiempo, he tenido la intención de escribirles y agradecerles la caja de literatura de Ciencia Cristiana que mantienen en la estación del ferrocarril. ¡Me salvó la vida!
Estaba pasando por una etapa en que tenía el ánimo por el suelo. Consultaba a un terapista regularmente — en realidad, ésa fue la razón por la que visité esa zona, puesto que la oficina de mi terapista estaba por allí— y, sin embargo, no sentía ninguna mejoría. Padecía de una depresión muy intensa. Casi no podía progresar en mi carrera y tenía poquísimo dinero. Lo peor de todo era que había estado viviendo con un alcohólico durante años y me aterrorizaba abandonarlo.
Al principio, no vi la caja de literatura. Pero un día, mientras esperaba en la estación después de una sesión especialmente deprimente con mi terapista, clamé a Dios en voz alta. (¡Estaba sola!) Inmediatamente me di vuelta y vi la caja de literatura. Antes de haber pedido, El me había respondido.
Bueno, me llevó algún tiempo dejar la terapia, pero todas las semanas que iba me abalanzaba sobre la caja de literatura. Finalmente, abandoné la terapia y recurrí por completo a la Ciencia Cristiana. Mi vida se ha transformado y sigue transformándose. Hace más de año y medio que me valgo por mí misma, y apenas recuerdo lo que significa estar deprimida. Estoy progresando rápidamente en mi carrera. También he recibido innumerables bendiciones, incluso he sido regenerada moralmente.
Les agradezco desde el fondo de mi corazón por la manera tan amorosa en que están llevando a cabo su misión sanadora como Científicos Cristianos...
Cómo la obediencia puede traer curación
Un miembro de La Iglesia Madre escribe:
En varias oportunidades, se ha invitado a los lectores a contribuir con la sección “La Iglesia en acción”. Yo quisiera compartir la siguiente curación que, para mí, fue el resultado de la obediencia al Artículo VIII, Sección 14 —“Publicaciones Periódicas”— del Manual de La Iglesia Madre por Mary Baker Eddy.
Una mañana, me levanté temprano porque no podía dormir y fui a otro cuarto a leer un ejemplar del Christian Science Sentinel.
Me sentí especialmente inspirada al leer los artículos que contenía. Iba por la mitad de uno de ellos, cuando sentí un fuerte impulso de leer las últimas páginas de la publicación, donde encontré un formulario de pedido para nuevas suscripciones. Al principio, ese impulso me dejó perpleja. Luego recordé que varios años antes había sentido el deseo de tener mi propia suscripción al Sentinel.
Mi esposo y yo habíamos mantenido durante varios años una suscripción conjunta a las publicaciones periódicas; pero la declaración del Manual antes mencionada exhorta a cada miembro a suscribirse individualmente. Yo no había podido mantener una suscripción propia por más de uno o dos períodos de renovación; pero ahora me daba cuenta de que, tomando sólo dos dólares de mi paga quincenal, podía fácilmente suscribirme al Journal y al Sentinel. Estaba impaciente por hacer esa llamada telefónica que me permitiría no sólo suscribirme a las publicaciones, sino también ser más obediente al Manual. A la mañana siguiente, hice la llamada.
Después de terminar de leer el artículo que había empezado, decidí leer la sección de testimonios. Una de las experiencias mencionaba un caso que había sido sanado sin necesidad de operación, aun cuando el médico había dicho que sería necesaria. Comencé a pensar sobre la cirugía mental, a la cual se refiere la Sra. Eddy en la página 402 de Ciencia y Salud. Pensé en mi propio caso, recordando la observación que me había hecho una enfermera años atrás, cuando nació nuestro primer hijo. Dijo que yo presentaba un severo caso de hemorroides. Prácticamente todo lo que yo sabía de esa condición era el nombre. Más tarde, oí a una vecina hablar de los problemas que ella había tenido por esa creencia. Al poco tiempo comencé a sentir todos los síntomas descritos por ella, y esto continuó durante varios años.
Pensando en la idea de la cirugía mental, estuve completamente convencida de que esto también podía ocurrir en mi propio caso, aquí y ahora, porque todas las cosas son posibles para Dios. A los pocos segundos de meditar sobre esta verdad, tuve una curación instantánea. Pude identificarme con la mujer en la Biblia, quien “sintió en el cuerpo que estaba sana”. Marcos 5:29. Al cabo de unas semanas se evidenció que así había sucedido. La curación fue completa, e incluso la hemorragia se detuvo esa misma noche.
Durante los meses subsiguientes, pensé mucho en esta curación. Parece que fueron varios los factores que contribuyeron a ella. Primero fue la inspiración que tuve como resultado de la lectura de los artículos de una de nuestras publicaciones periódicas. Y segundo el deseo renovado de cumplir más estrictamente con el Manual de la Iglesia.
¡Con cuánta gratitud recibo cada una de las publicaciones periódicas! ¡Cuán bendecido es todo aquel que comparte este privilegio!
[Extractos compilados de la sección “The Church in Action” del The Christian Science Journal.]