Para muchos, puede ser difícil aceptar la curación espiritual, quizás hasta pensar en ella, tan acostumbrados están a curarse por medios materiales. Pero muchos anhelan que el Ser Supremo a quien llamamos Dios devuelva la salud a sus familiares y amigos que necesitan ser sanados o a ellos mismos.
Está atento a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío, porque a ti oraré.
Salmo 5:2
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