Esta es una época de franqueza. Según parece, sabemos todo acerca de todo el mundo, desde nuestros vecinos hasta las estrellas de cine. Pero entre todo este torbellino de información, y, frecuentemente, de información falsa, tal vez se pierda de vista lo más importante de todo: lo que el corazón siente con vehemencia sobre los asuntos más profundos de la vida.
Hemos pensado que a nuestros lectores les gustaría ver algunas de las respuestas a preguntas sobre esos asuntos, preguntas a las que Científicos Cristianos han respondido en diferentes circunstancias. Hemos obtenido algún material para esta columna de la correspondencia intercambiada con el Comité de Publicación, que funciona como la oficina de información de nuestra Iglesia. Otras, fueron respuestas dadas durante charlas (concertadas por el Comité de Publicación) a las que Científicos Cristianos fueron invitados a dirigir la palabra ante iglesias y grupos educativos vecinos. Algunas respuestas se han dado informalmente mediante correspondencia o a través de diálogos.
Estas preguntas y respuestas no se presentan con el propósito de que sean una declaración de la política de la Iglesia. Las respuestas no son siempre completas en sí mismas, ni son las únicas respuestas que podrían darse a una pregunta. Más bien, son como una ventana a través de la cual se pueden ver las convicciones que abrigan los Científicos Cristianos y la naturaleza de nuestra Iglesia.
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