La angustia en Africa del Sur, la lucha por lograr la justicia y la libertad, no es menos urgente por el hecho de que tales relatos ya hayan sido divulgados. Los informes sobre reformas importantes son pocos, y es, por tanto, comprensible que sensacionales informes sobre el progreso en las relaciones entre negros y blancos en Africa del Sur se vean con escepticismo. La historia que se relata en esta entrevista, ofrece una esperanza modesta y una vislumbre útil en cuanto a la fuente de una reforma genuina.
Hace cuatro años que
y un compañero estudiante de Ciencia Cristiana, Jopie van Honschooten, fueron a trabajar como altos ejecutivos de una compañía de préstamos inmobiliarios que era la segunda en su género en esa nación. El reto en este negocio era claro: esta compañía de préstamos inmobiliarios en particular estaba operando en una industria que parecía carecer de dirección cuando ésta más se necesitaba. Pero en la medida en que los retos de la empresa fueron enfrentados, a la luz del hecho de que Dios es el Principio divino y la única fuente de bien, algunos cambios notables comenzaron a ocurrir. Se formó un vigoroso equipo administrativo, cuyos miembros vieron que el reto fundamental era la enorme crisis que enfrenta el país.La respuesta está claramente expresada en la ampliamente divulgada declaración de los propósitos de la organización: Esta organización está dedicada a ser “una sociedad mutua, no racial, que responde a las necesidades del cliente de una manera socialmente responsable”. La empresa está haciendo esfuerzos “para que todos se hagan dueños de sus casas por medio de préstamos, concedidos a toda clase de posibles propietarios”.
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