Me he beneficiado tanto de los muchos y maravillosos testimonios que he leído en las publicaciones en el transcurso de los años, que ahora es mi turno de compartir.
Hace alrededor de veinte años, una amorosa mujer —Científica Cristiana— a quien nunca olvidaré, dio a conocer la Ciencia Cristiana a nuestra familia. Este fue un gran punto decisivo en nuestras vidas.
Mientras leía Ciencia y Salud por la Sra. Eddy por primera vez, sané instantáneamente del deseo de fumar cigarrillos, y yo estaba fumando mientras lo leía cuando esta curación tuvo lugar.
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