Es posible que algunas veces pensemos que si el orar fuera más sencillo, oraríamos más. Esta es una sugestión diabólica. El hecho es que el orar ya es tan sencillo como es posible.
Es probable que estemos orando en nuestra vida más de lo que nos damos cuenta. Por ejemplo, si ya estamos esforzándonos firmemente por buenos, esto esto es definitivamente una forma de oración. Mary Baker Eddy, quien descubrió y fundó la Ciencia CristianaChristian Science (crischan sáiens), hace esta observación: “El esfuerzo constante por ser siempre buenos es oración incesante”.Ciencia y Salud, pág. 4.
El afecto espiritual expresado en maneras humanas y sencillas es también una clase de oración. De ninguna manera es este afecto algo que dejamos de necesitar a medida que crecemos en el entendimiento espiritual. Después de todo, las cinco líneas de “La oración diaria” de los Científicos Cristianos (en el Manual de La Iglesia Madre por la Sra. Eddy) terminan, “¡... que Tu Palabra fecunde los afectos de toda la humanidad, y la gobierne!”Man., Art. VIII, Sección 4.
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