Un día, durante el otoño pasado, unos familiares que viven cerca de mi oficina me pidieron que los ayudara a preparar su casa para el invierno que se acercaba. Había que poner ventanas de invierno, rastrillar las hojas caídas de los árboles, etc.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!