Cuando el comediante dijo que la belleza es sólo superficial, pero que la fealdad llega los huesos, me reí con los demás. Pero en silencio y con seriedad recordé cuando me sentía muy descorazonada por mi aspecto.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!