En el mercado actual de sofisticada y avanzada tecnología usada por la medicina, parecería ingenuo preguntar si es necesario tener un conocimiento a fondo de la enfermedad. La práctica médica afirma que cuanto más información pueda tener el médico y el enfermo sobre los detalles de la causa, acción, reacción y síntomas físicos, tanto mayores son las probabilidades de lograr la curación.
Ese es un punto de vista. Pero existe otra perspectiva sobre lo que es esencial para la salud y el bienestar verdaderos. El hecho de que exista una curación que se practica desde una base radicalmente distinta — una base espiritual y no material — no quiere decir que sea menos práctica. De hecho, un examen detenido de la verdadera labor de su proponente principal y sus estudiantes, demostraría lo absolutamente práctico y eficaz que es este método de curación.
El método al que nos referimos es la curación cristiana pura, o curación metafísica, practicada con tanto éxito por Cristo Jesús y sus discípulos a comienzos de la era cristiana. En la actualidad se presenta a la humanidad de una manera comprensible y sistemática mediante las enseñanzas de Ciencia Cristiana. El libro de texto de la Ciencia Cristiana, Ciencia y Salud por la Sra. Eddy, presenta esta declaración apremiante sobre el propósito de la curación científica y cristiana: "La pregunta: ¿Qué es la Verdad? se contesta con la demostración — sanando la enfermedad así como el pecado; y esa demostración enseña que la curación cristiana confiere el máximo de salud y produce los mejores hombres". Ciencia y Salud, pág. viii.
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