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Dejad que la Palabra del Señor sea glorificada

Del número de julio de 1989 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Algunos de nosotros hemos conocido la Biblia desde nuestra niñez y no podríamos imaginarnos un mundo sin ella. Pero, a veces, nuestra familiaridad con la letra, o tales distracciones como la televisión y las festividades durante diferentes épocas del año, quisieran privarnos de que disfrutemos del tiempo que dedicamos a estudiar las Escrituras y hasta nos quitarían el deseo de buscar la espiritualidad.

Un sábado por la mañana, me senté a estudiar la Lección Bíblica en el Cuaderno Trimestral de la Ciencia Cristiana, sintiéndome que tenía muy poco tiempo. Estaba ocupada empacando para salir de vacaciones. Me pareció difícil concentrarme. Después de leer esta lección cada día por casi una semana, ¿qué nueva inspiración podría yo recibir? Pero realmente necesitaba el consuelo, la protección y el sentido de propósito divino que logramos después que dedicamos suficiente pensamiento al estudio bíblico. Y, al orar, me vino este pensamiento: que diera gracias a Dios a través de toda la lectura por todo lo relacionado con la Lección-Sermón. No un superficial agradecimiento por las palabras e ideas, sino una profunda y concienzuda gratitud.

Casi inesperadamente, mi gratitud se convirtió en un reconocimiento del esfuerzo que había sido realizado en la preparación de las Santas Escrituras y los escritos de la Sra. Eddy. Ella declara: “Las Escrituras requieren más que una simple admisión y débil aceptación de las verdades que presentan; requieren una fe viviente, que incorpore sus lecciones en nuestra vida de tal manera que estas verdades se conviertan en la fuerza propulsora de cada acto”.Escritos Misceláneos, págs. 196–197. Sentí que si las Escrituras requieren tanto de nosotros como lectores, la devoción de sus autores tenía sido verdaderamente grande.

El tema esa semana era “Dios, causa y creador único”. Me sentí agradecida porque ese profundo pensamiento nos puede liberar inmediatamente de preocupaciones egocéntricas y nos hace reconocer que Dios es la única fuente del bien universal. Miles de personas alrededor del mundo estaban sentadas con sus ejemplares del Trimestral estudiando y orando sobre este tema en muchos idiomas. Esta comprensión me dio una tenue vislumbre de lo que el sistema de estudio de la Biblia, establecido en la Ciencia Cristiana, está haciendo por el mundo.

En esta lección en particular, el Texto Aureo era del libro de los Salmos. ¡Ciertamente que este libro de cánticos cubre la gama de emociones humanas! A veces, podemos visualizar al Salmista cantando con lágrimas de arrepentimiento y confesando sus pecados. En otras ocasiones, parece estar dando voces de gozo y gratitud a Dios por Su ayuda y generosidad. Es difícil imaginarse la Biblia sin el libro de Salmos. ¿Qué sería la religión sin regocijos, súplicas, bendiciones, alabanzas, anhelos, vislumbres espirituales, acciones de gracia y gozos?

La Lectura Alternativa era de Génesis, y sentí gratitud genuina por las tradiciones y las historias en las cuales los libros del Antiguo Testamento estaban basados. ¡Cuánto habrá significado para los judíos a través de invasiones, derrotas y exilios las experiencias y la fe de sus padres!

Al continuar la lectura de la Lección-Sermón, seguí la misma norma de gratitud por cada cita de la Biblia y del libro, Ciencia y Salud, escrito por la Sra. Eddy. Había versículos de los libros de los profetas del Antiguo Testamento; profetas que reprendían a los reyes e instaban a las multitudes idólatras que retornaran a la adoración de un solo Dios verdadero. Sus tiempos, como los nuestros, estaban afectados por guerras, inmoralidades y desastres. Soportaron la impopularidad al declarar tanto su fe en la supremacía absoluta del Dios de Israel, como la necesidad de guardar Sus mandamientos. Aunque todavía no habían logrado el entendimiento completo de Dios como Amor divino, que Cristo Jesús iba a demostrar al mundo, la confianza total que ellos tenían en la omnipotencia de Dios, que protegía a los que obedecían Su ley, sostuvo a su pueblo a través de grandes sufrimientos y les dio la esperanza de que el Mesías estaba por venir.

Una sección de la lección relató una historia del Nuevo Testamento: la resurrección de la hija de Jairo por Cristo Jesús. No parece posible poder expresar nuestra gratitud con suficiente humildad por la pura y desinteresada vida de Jesús, por su inigualable ministerio de curación y por su Sermón del Monte. El dijo a sus discípulos: “Muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron”. Mateo 13:17.

Los pasajes correlativos del libro de texto de la Ciencia Cristiana, Ciencia y Salud, trajeron a la luz los significados espirituales. Pude comprender que el estar realmente agradecida por el libro de texto y su autora significaba obedecer lo que éste dice. Por ejemplo, Ciencia y Salud dice: “Es sumamente importante... dirigir nuestros pensamientos hacia el Principio divino, para que la creencia finita pueda estar preparada a renunciar a sus errores”.Ciencia y Salud, pág. 322. Hallé una manera de hacer esto, al buscar el significado de la palabra Principio en la Concordancia de los escritos de la Sra. Eddy y estudiar las referencias. Así que de esta manera terminé la Lección Bíblica alegremente, con la convicción de que había aprovechado el tiempo.

La Sra. Eddy habla frecuentemente de la importancia de la gratitud, y este método de estudio bíblico me nutrió grandemente. Hubo curaciones. Por ejemplo, una amistad, que se había enfriado, se renovó afectuosamente cuando la amiga llegó con un regalo ese mismo día. Arreglos en el hogar que se habían pospuestos, se realizaron prontamente y en forma correcta. Comencé a escribir este artículo. Estaba venciendo la morosidad. Pero, lo mejor de todo, sentí una actitud de pensamiento más alerta y feliz.

En una de las cartas del Nuevo Testamento, Pablo pide que se ore para “que la palabra del Señor corra y sea glorificada”. 2 Tesal. 3:1. Entonces, si nosotros vemos que nuestro estudio de la Biblia a veces no es muy feliz, nos puede animar saber que a través de la oración podemos esperar recibir de Dios, nuestra Mente divina, la guía e inspiración para el estudio que son correctos para cada uno de nosotros individualmente, y que nos traerán curación. En cuanto a mí, fui inspirada a percibir la necesidad de expresar más gratitud durante el estudio. Y aprendí que la gratitud ciertamente glorifica “la palabra del Señor”.

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