Quiero expresar mi gratitud a Dios por haber sido guiado a conocer la Ciencia CristianaChristian Science (crischan sáiens).
Cuando tenía diez años, fui operado de apéndice. Varias semanas después, mi familia me llevó a la costa; y cuando subí los altos médanos del lugar, se abrió la herida. Volvió a cerrar superficialmente, pero quedó abierta por dentro, formándose lo que en medicina se llama una hernia ventral. Durante muchos años sufrí de esta dolorosa condición, sin poder ejercer ninguna actividad que me extenuara y bajo la constante amenaza de otra operación.
En 1979, comencé a interesarme en la Ciencia Cristiana. Había conocido la Ciencia un año antes pero me había sentido reacio a aceptarla. Entonces, me invitaron a asistir a una conferencia sobre Ciencia Cristiana, y desde ese tiempo comencé a estudiar la Lección Bíblica en el Cuaderno Trimestral de la Ciencia Cristiana, y a leer Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras por Mary Baker Eddy de principio a fin. Como resultado, tuve importantes curaciones; pero para este problema en particular, parecía no encontrar solución.
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