Cuando habla el corazón, por sencillas que sean las palabras, su lenguaje es siempre aceptable para quienes tienen corazón.
Mary Baker Eddy
Escritos Misceláneos, pág. 262.
De una nieta que habla acerca de su abuela.
“Adjunto una nota de mi abuela para ustedes. Fue ella quien dio a conocer la Ciencia Cristiana a nuestra familia. Se interesó en la Ciencia a comienzos de siglo y tomó instrucción en clase Primaria en la década del treinta.
“ ‘Nano’, como la llamamos, ha sido una inspiración para nosotros. Sus curaciones y su crecimiento espiritual han sido como postes indicadores. En la década del veinte su automóvil se volcó y como tenía el codo apoyado fuera de la ventanilla se lo lastimó. Ella cuenta que la curación del dolor fue instantánea y que al poco tiempo pudo mover el brazo normalmente.
“Cuando tenía noventa años de edad se ofreció a transportar en su auto a personas jubiladas. No sabía que tenía que llevarlas a consultas médicas y que tendría que escuchar comentarios sobre creencias de edad y de enfermedad. Al poco tiempo se enfermó seriamente. Pero al darse cuenta de que la necesitaban, no sólo para transportar a la gente, sino también como ejemplo de la Ciencia Cristiana en acción, mejoró rápidamente. Ahora, a los noventa y seis años, lee la Lección Bíblica En el Cuaderno Trimestral de la Ciencia Cristiana. sin lentes. Vive en una pequeña casa que da hacia el Río Truckee en la Sierra Nevada [montañas en E.U.A.]
“Cuando le pregunté si deseaba contribuir a la sección de testimonios de las publicaciones periódicas dijo: ‘¿Qué puedo decir? Sólo soy un pequeño pensamiento en la atmósfera del Amor, agradecida por la Ciencia Cristiana’. Luego escribió una breve nota expresando su amor por la Ciencia Cristiana durante muchos años”.
De una reunión en una Escuela Dominical en Inglaterra.
“Los jóvenes de la Escuela Dominical ya habían acordado reunirse por la noche cuando yo me enteré... sobre el video titulado ‘Algo nuevo’.
“Los jóvenes a los que me refiero constituyen un encantador grupo de adolescentes cuya edad oscila entre los quince y los dieciocho años. Dos de ellos son nuevos en la Ciencia...
“Los jóvenes entusiasmados... Al final del video se oyeron exclamaciones espontáneas como: ‘grandioso’, ‘excelente’, ‘realmente bueno’, ‘justo como nos sentimos’, etc. Todos los comentarios fueron de aprobación; y lo más importante fue que ellos se identificaron completamente con los jóvenes del video.
“Durante el programa... todos parecían ‘pegados’ al televisor. Después tuvo lugar una discusión muy franca y espontánea en la cual todos participaron. Muchos de los puntos tratados en el video fueron muy significativos para nuestro grupo...
“La idea de abordar algo como si fuera la primera vez, fue muy útil para todos... Siento que ahora muchos concurrirán a la Escuela Dominical como si fuera la primera vez, con ideas firmes en su pensamiento.
“Había tantos puntos con los que yo misma podía identificarme tanto ahora como cuando era adolescente y me había apartado de la iglesia.
“El grupo estaba impresionado por las curaciones mencionadas en el video... Fue en verdad una noche muy armoniosa, uno de esos momentos en que realmente se puede sentir la presencia del Cristo en medio de la habitación, rodeando a todo el grupo. Ninguno quedó fuera”.
De un matrimonio en Chad, que son miembros de la Iglesia.
“¡Qué alegría nos dio recibir una carta de La Iglesia Madre. Fue tan agradable recibir sus afectuosas noticias...!
“A pesar de que estamos muy lejos, nada puede separarnos del amor de Dios ni de nuestra familia cristiana.
“... Algunas veces nos es muy duro no poder asistir a la iglesia para escuchar el sermón y ver a nuestros amigos. Sin embargo, nos aferramos a la verdad y al amor que Dios tiene para todos Sus hijos. Nos sentimos muy agradecidos por las pequeñas bendiciones que recibimos a diario de Dios. Leemos la Lección [Bíblica semanal] todos los días.
“De vez en cuando escuchamos los cultos religiosos por la radio. El sonido es extraordinario. La transmisión por onda corta es muy clara...
“Necesitamos todo el amor y apoyo que podamos recibir. La vida en Chad no es fácil...”
De un miembro en Canadá.
“A principios de 1984, me sentí impulsado a escribir a La Iglesia Madre para ofrecer mi renuncia de miembro, pues sentía que no estaba viviendo de acuerdo con los preceptos de la Ciencia Cristiana, ya que mi problema era que tomaba bebidas alcohólicas en las reuniones sociales.
“Alguien de la oficina del Secretario tuvo la amabilidad de llamarme por teléfono poco después de haber recibido mi carta, para decirme que no era necesario renunciar y que contaba con el apoyo de La Iglesia Madre para encontrar la solución al problema y sanarlo. No puedo expresar en palabras cuánto significó esto para mí. Entonces me di cuenta de que no estaba solo...
“Hubiera sido bueno que el problema se hubiera sanado en ese mismo momento, pero no fue así...
“Un día, mi esposa me dijo: “¿Por qué no me lees la lección? Además, me gustaría ir a la iglesia contigo’. Me pareció que de pronto, estábamos trabajando juntos en vez de uno contra el otro, y los problemas comenzaron a disiparse.
“Desde que nos mudamos... hemos estado concurriendo a una filial de la Iglesia de [Cristo, Científico]... y a medida que pasaba el año deseaba, cada vez más, poder ser miembro. De modo que un domingo solicité un formulario de afiliación. Cuando llegué a casa, fui directo a mi escritorio y leí todas las preguntas, y al llegar a la que se refiere a tomar bebidas alcohólicas de pronto vi cuán infantil había sido todo esto; y, como si alguien hubiera encendido la luz en un curto oscuro, sentí que el problema había desaparecido.
“Nunca pensé que el admitir ante ustedes el problema que tenía con el alcohol en 1984 me conduciría a una purificación y renovación total, pero así es como hoy me siento. Mi gratitud es desbordante... gracias por haber permanecido a mi lado, por su amoroso apoyo. En los últimos veinte años, nunca significó tanto para mí esa afiliación como ahora. He comenzado verdaderamente por el principio”.
De algunos oyentes de las transmisiones en onda corta de El Heraldo de la Ciencia Cristiana.
“Desde que mi esposo falleció, perdí la fe... Todo me iba mal. Parecía que el mundo entero estaba en contra de mí. Al escuchar su programa lentamente estoy de nuevo tratando de creer...
“¿Me podrían enviar un ejemplar de El Heraldo de la Ciencia Cristiana?”
Alicante, España
“Fue ayer por la noche. Me acosté, pero no pude conciliar el sueño debido a ciertos problemas que me preocupaban mucho. A media noche decidí prender la radio para dejar pasar el tiempo. Y allí estaba la transmisión de El Heraldo de la Ciencia Cristiana”.
Lagos, Nigeria
“Realmente disfruté de su breve programa sobre la oración, el Padre Nuestro, la curación espiritual y la verdad de la Ciencia Cristiana. Considero que fue una bendición el momento en que sintonicé la estación, pues Dios, el Principio creador, me había preparado para escuchar el programa de ustedes sobre Su Palabra que despertó en mí inspiración y admiración. Verdaderamente tengo interés en aprender más sobre Ciencia Cristiana, que hasta ahora me era desconocida”.
Bangui, República de Africa Central
“Hacía tiempo que había oído hablar del [The] Christian Science Monitor, pero hace sólo unos años que comencé a darme cuenta de la importancia que tiene en el mundo occidental. Cuando leí un libro que resumía las biografías de astronautas americanos, me causó especial interés ver que a muchos de ellos les había llamado la atención la enorme distancia que existe entre lo que se les había enseñado en la iglesia y lo que habían aprendido en la escuela: ser un cristiano o un científico. Me sorprendió saber que eso había causado que algunos se hicieran ateos. En otro libro leí cuánto había contribuido el cristianismo al desarrollo de la ciencia moderna. De modo que tengo una vaga noción de por qué las palabras Ciencia y Cristiana son parte del título de un diario. Pero realmente no sé bien qué es lo que [The Christian Science Monitor] intenta decirnos. Voy a tratar de informarme por medio de la transmisión de la WCSN”.
Saitama, Japón
“He escuchado con interés sus programas sobre Ciencia Cristiana durante los dos últimos fines de semana. Desearía saber más sobre su ministerio, les agradeceré que me envíen un ejemplar del libro Ciencia y Salud y cualquier otro material que tengan. También les agradeceré que me informen sobre las frecuencias y los horarios que tienen para cada zona. Trabajo en un barco petrolero que hace escala en todos los puertos del mundo”.
Sandefjord, Noruega
“Escuché la Lección-Sermón dos domingos a las tres.
“Ojalá tuvieran el programa sobre el Heraldo durante todo el día, todos los días. Les agradeceré que me envíen el Cuaderno Trimestral de la Ciencia Cristiana, en español si fuera posible... No creo que haya una iglesia cerca de aquí. También les agradeceré me envíen un ejemplar del The [Christian Science] Journal para informarme”.
Mansfield, Missouri, E.U.A.
Nota de los Redactores: De todas partes del mundo llegan a La Iglesia Madre una amplia variedad de comentarios sinceros. “Entre líneas” es una columna ocasional designada a compartir porciones de estas cartas y comentarios con un número mayor de lectores interesados en el Heraldo.
