Fuerzas internacionales para mantener la paz. Consejos nacionales de seguridad. Vigilancia privada patrullando zonas suburbanas de edificios de viviendas. Monitores de circuitos cerrados de televisión en bancos, tiendas, establecimientos comerciales y aeropuertos.
En un mundo donde la violencia se presenta como una amenaza casi constante, los esfuerzos y gastos que se efectúan al tratar de mantenernos a salvo son asombrosos. Y, sin embargo, los temores de la gente no se calman fácilmente, ni siquiera con los medios más complejos. De hecho, de vez en cuando podemos sentir como si hubiéramos caído cautivos de algunas de nuestras propias medidas de seguridad, y existe una considerable duda de que las instituciones, los gobiernos o la tecnología puedan tener las respuestas concluyentes en lo que se refiere a nuestra protección.
La búsqueda de la seguridad naturalmente está causando que un número creciente de gente considere la posibilidad de una solución de carácter espiritual. Es mucho lo que se puede lograr por medio de un estudio detenido de la Biblia, y muchos se están dando cuenta de que cuando recurren a Dios en oración, finalmente se manifiesta una paz y fortaleza verdaderas y una liberación del temor.
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