Algunas veces nos inclinamos a pensar que no podemos sanar algo como el terrorismo porque está tan difundido y se presenta en formas tan diferentes. Decimos: “No soy nada más que una persona, ¿qué puedo hacer?” Marilyn Crater pensó así también, pero nos escribió acerca de una experiencia que la llevó a dar una respuesta a la pregunta. La experiencia ocurrió durante un vuelo en los Estados Unidos de Cleveland a Los Angeles en la década de los setenta. Lo que aprendió sobre el poder de la oración pareció tan oportuno que le pedimos que tratara de recordar la experiencia y que nos hablara acerca de los discernimientos espirituales que obtuvo.
Mientras hacía los preparativos de último momento que todos hacemos cuando vamos de viaje, y también camino al aeropuerto, oré por la armonía del vuelo y por todo el viaje desde mi hogar a Los Angeles y nuevamente de regreso. Sentí una fuerte necesidad de orar debido a la reciente información sobre asaltos de aviones y amenazas de bombas, como eran denominados por la prensa y las líneas aéreas.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!