Tal vez haya usted oído a los Científicos Cristianos hablar sobre “trabajo sanador”. Por esto generalmente se da a entender curar mediante la oración o la práctica de la Ciencia Cristiana
Christian Science (crischan sáiens). Pero, ¿por qué la palabra “trabajo”? ¿No debiera la curación mediante la oración ser espontánea y libre? ¿No debiera ser una respuesta fácil y natural a lo que Dios está haciendo?
Con frecuencia es así. Muchos Científicos Cristianos recuerdan curaciones que se han efectuado de esa manera. Pero también recuerdan momentos en que fue necesario trabajar. Esta clase de trabajo no es una labor física; es un esfuerzo mental, íntimo y persistente.
La mente humana no siempre anhela trabajar, física o mentalmente. Preferiría “saber solamente”, flotar e ir adelante sin encontrar resistencia. De hecho, después de un poco de trabajo, tal vez tengamos la tendencia a divagar o desalentarnos si no tenemos un resultado positivo inmediato. No obstante, la Ciencia Cristiana nos ayuda a ver que esa tendencia, en el aspecto de la curación espiritual, indica una actitud que debe corregirse.
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