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Perdamos el temor a la carencia

Del número de abril de 1990 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


El dinero es obviamente algo muy necesario. La mayoría de nosotros no podría hacer mucho sin él. Pero ¿tiene el dinero realmente el valor que justifique que vivamos con temor a causa de él?

A medida que aceptamos de todo corazón la promesa de las Escrituras respecto al amor con que Dios nos ama, podemos desechar la inquietud perturbadora a causa del dinero, así como el temor latente de que las entradas no serán suficientes para hacer frente a nuestras necesidades. Podemos aprender a confiar en El y, realmente, sentir Su afectuoso y constante cuidado. También podemos aprender a depender diariamente de El para obtener la provisión que necesitamos para hacer frente a nuestros gastos necesarios. Esto no es algo que está fuera del alcance de nadie, sino que es algo muy natural de hacer. Después de todo, la Biblia nos dice que somos el linaje de Dios, que El nos hizo a Su imagen, que El ama a Sus hijos y les da todo lo bueno. Y por cuanto El es la fuente de nuestro ser, y nuestra existencia misma depende de El, en realidad, no debería haber duda alguna para recurrir a El en lo que necesitamos para seguir adelante con nuestra vida diaria. Nadie debería sentirse frustrado por continuos temores o insuficientes medios económicos; no cuando todos tenemos un Padre cuyo amor nos rodea y es ¡tan inagotable y tan eternamente seguro!

La Ciencia Cristiana se basa sobre lo que la Biblia dice acerca del tierno cuidado con que Dios nos cuida. Explica verdades espirituales en términos tan inequívocos que uno puede entenderlas y comenzar a comprobarlas diariamente. Esta Ciencia del Cristo ayuda a la gente a comprender su relación con Dios, a aprender que no somos seres materiales incompletos, sino, en realidad, el reflejo espiritual de Dios que posee ahora mismo todo lo que Dios posee. La Sra. Eddy, dijo una vez a algunos de sus estudiantes, según uno de ellos lo escribió: "Cuando permanecéis frente a un espejo y miráis vuestro reflejo, éste es igual al original. Ahora sois el reflejo de Dios. Si Sus manos están llenas, y lo reflejáis, las vuestras también están llenas. No podéis sufrir carencia". Citado en We Knew Mary Baker Eddy (Boston: The Christian Science Publishing Society, 1979), pág. 134. Aun una vislumbre de este hecho espiritual tiene poder para liberar del temor y alentar a tener confianza en que Dios provee a todas nuestras necesidades humanas. Estas no son meras palabras, yo he comprobado su verdad.

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