El debate sobre la calidad en la educación continúa. ¿Qué es lo que debiera seguir tal como está y qué es lo que debiera cambiar — en el presupuesto para la enseñanza, en los programas de estudio, en las clases — de modo que los niños realmente puedan aprender y crecer? Hay un ingrediente que probablemente a todos nos agradaría ver en las escuelas, aunque no nos pongamos de acuerdo acerca de cómo debe ser puesto en práctica. Ese ingrediente es el amor. Pero con todos los desafíos que hoy en día afrontan las familias y las escuelas, parecería que hasta el amor está escaseando.
En esta Reseña, una maestra contempla las exigencias de la enseñanza y la necesidad de amor, a la luz de lo que ella está aprendiendo a través de su estudio de la Ciencia CristianaChristian Science (crischan sáiens). Durante los últimos once años, la
ha enseñado clases de variada índole; y durante dos de ellos enseñó a niños con problemas de aprendizaje que sufrían de ciertas condiciones tales como dislexia. Ha trabajado también durante cuatro años con niños considerados talentosos. En estos momentos es especialista en educación para niños talentosos de un extenso sistema para escuelas públicas en los Estados Unidos.Su enfoque de la enseñanza ¿difiere en forma radical según los niños con quienes está trabajando?
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