Mi papá y yo solíamos ir juntos al supermercado. A mí me gustaba mucho ir con él y ayudarlo a traer las cosas que figuraban en la lista.
Este día en particular yo estaba escuchando al error — eso significa malos pensamientos — y cuando pasamos por el mostrador de las golosinas yo me quedé atrás. Miré a mi alrededor para ver si alguien estaba observando. Luego tomé tres barras de golosina, las puse en mi bolsillo y alcancé a mi papá, quien, aparentemente, no se había dado cuenta de que yo no estaba cerca de él.
Cuando llegamos a casa lo ayudé a entrar las bolsas con las cosas del supermercado y me fui a buscar a mis dos hermanos. Los encontré en su dormitorio, y a cada uno le di una barra de golosina. Luego comencé a hacer alardes de lo fácil que era obtener golosinas sin pagar, cuando, de repente, algo me hizo mirar hacia la puerta del dormitorio y allí estaba papá.
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