En 1941 Asisti por primera vez a una filial de la Iglesia de Cristo, Científico. El escuchar las lecturas de la Biblia y de Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras por Mary Baker Eddy, y escuchar los testimonios de curaciones, dejó tal impresión en mí que decidí que simplemente debía ser Científica Cristiana. Así fue, y he tenido muchas curaciones a lo largo del camino.
En el invierno de 1987, tuve un fuerte resfriado con mucha tos. Estaba tomando algunas clases importantes y no quería perderlas. Como las clases eran por la noche, me abrigaba bien e iba.
Una mañana al despertarme, comencé a toser de una manera violenta y vi que estaba escupiendo sangre. Esto me sorprendió. Tomé mi ejemplar de Ciencia y Salud y comencé a buscar algo que me ayudara. Me di cuenta de que no necesitaba tener miedo porque la enfermedad, cualquiera que sea la forma en que se manifieste, no es creada por Dios y no tiene el poder que parece tener. Entonces leí este pasaje: "Que la discordancia, cualquiera que sea su nombre y naturaleza, no se oiga más; y que el sentido armonioso y verdadero de la Vida y del ser tome posesión de la consciencia humana". Durante los días siguientes pensé profundamente sobre esta verdad espiritual.
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