Todos Nos Alegramos al recuperar la salud. Pero si el temor de sufrir una recaída continúa, hay algo más que necesita curación. Detrás del temor está la aceptación de que, si algo malo ha ocurrido, la misma condición podría volver y ser tan mala, peor, e incluso fatal. Tales pensamientos no sólo provocan mucha angustia, sino que pueden impulsarnos a dejar de hacer actividades que, de otra manera, nos gustaría llevar a cabo. Mediante el estudio de la Biblia y los escritos de la Sra. Eddy, podemos liberarnos del temor a una recaída al aumentar nuestra comprensión espiritual acerca del poder que tiene Dios para sanar permanentemente.
El Evangelio según San Marcos nos dice acerca de la preocupación de un padre por su hijo que sufría ataques epilépticos. Cada día debe de haber traído desafíos nuevos y atemorizantes. Cuando los discípulos de Cristo Jesús no pudieron sanar a su hijo, el padre imploró al Maestro que lo ayudara, diciendo: "Si puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros, y ayúdanos". Pues en ese mismo momento su hijo estaba padeciendo otro ataque.
El padre había presenciado tantos ataques similares que, tal vez, la palabra si indica el temor de que el caso de su hijo fuera incurable. Jesús respondió: "Si puedes creer, al que cree todo le es posible".
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