Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer

La oración en medio de la conmoción civil

Del número de octubre de 1991 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Durante Algunos Años hubo advertencias de que la economía de mi país sufriría una hiperinflación y sus calamitosas consecuencias. Mi esposo había estado sin trabajo hasta que decidió iniciar su propio negocio. Comenzamos un encantador negocio en nuestra localidad, en el centro de la ciudad en la esquina de dos calles comerciales.

Una mañana, durante la primera semana, cuando yo estaba en el negocio, vi que la gente corría. Los otros negocios vecinos estaban cerrando las cortinas. La gente que pasaba nos decía que cerráramos las nuestras también porque había un estallido social y estaban asaltando y vaciando los negocios, y destruyendo todo lo que encontraban a su paso. Pensé: "¿Es ésta una de las consecuencias de la hiperinflación?" De ser así, había otra influencia que estaba en operación allí mismo en esa comunidad, la oración de los miembros de nuestra iglesia filial. Nuestra iglesia tal vez junto con muchos de los otros residentes de nuestra comunidad estaba orando para sanar la conmoción que estaba viviendo nuestro país. Razoné que esa influencia fermentadora estaba en operación para disminuir la confusión y la ansiedad. Ni el temor que expresaban los comerciantes ni el que expresaba el público estaba fuera del poder sanador del Amor divino, Dios.

Los comerciantes vecinos sugirieron a mi esposo que sacara la mercadería de nuestro negocio, y así lo hicimos. Camino a casa, los dos estábamos muy callados. Sabía que mi esposo estaba orando. Me dijo que necesitábamos orar más para estar seguros del gobierno y de la protección de Dios, dado que, como dice el Salmista: "El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente."

Iniciar sesión para ver esta página

Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!

Para explorar más contenido similar a este, lo invitamos a registrarse para recibir notificaciones semanales del Heraldo. Recibirá artículos, grabaciones de audio y anuncios directamente por WhatsApp o correo electrónico. 

Registrarse

Más en este número / octubre de 1991

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.