Parece Que El mayor desafío que enfrenta la adolescencia, es que le pongan el rótulo de ¡adolescente! (Junto con todas las implicaciones estereotipadas que este rótulo encierra.)
En toda edad, los desafíos o problemas exigen soluciones: soluciones sanadoras. Cualquiera que sea la posición que uno ocupe en relación a los desafíos que deben enfrentar los jóvenes — ya sea brindando o recibiendo ayuda — no se trata tanto de una cuestión de edad o de experiencia, como de estar dispuestos. Estar dispuestos a confiar y a que confíen en uno. Estar dispuestos a expresar nuestro amor hacia los demás. Respeto. Intuición. Afecto genuino. Honestidad. Valor. Cuando estas cualidades son evidentes revelan (a veces de manera sorprendente) un fundamento común o una base espiritual de unidad en donde buscar y encontrar respuestas.
En los ejemplos siguientes, los jóvenes pidieron ayuda a personas que estaban orando consagradamente por los desafíos que estaban enfrentando, y sus oraciones no sólo resolvieron sus propias situaciones, sino que tuvieron un efecto sanador en la vida de los jóvenes que habían pedido ayuda. Todas las personas que pudieron brindar ayuda tenían algo en común: su amor a Dios y su sincera disposición para confiar en El y buscar respuestas que trajeran curación.
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