Cuando Conoci La Ciencia Cristiana mis tres hijos tenían seis meses, cuatro y siete años. Durante los siete años siguientes tuvimos curaciones de enfermedades, fiebre, huesos rotos, efectos de caídas, quemaduras y cortaduras. Un camión atropelló a uno de mis hijos con tanta fuerza que cayó sobre el capó de un auto que se acercaba, luego cayó rodando del vehículo y, finalmente, golpeó contra el pavimento. Volvió a la escuela al cabo de una semana, completamente sanado por medio de la oración en la Ciencia Cristiana. El orar para superar estas situaciones ha sido un gran apoyo, y ha hecho que nuestra familia esté más cerca de Dios.
Me gustaría compartir una experiencia en particular, en la cual tuve que vivir y practicar todo lo que había aprendido sobre Cristo Jesús y sus enseñanzas sobre Dios y la curación, con un compromiso más profundo con el cristianismo.
Mi hijo Lucas tenía trece años en aquel momento, e iba caminando con sus amigos hacia la escuela, a cuatro cuadras de nuestra casa. En la intersección de las escuelas secundaria inferior y superior, Lucas fue golpeado por un grupo de muchachos. El ataque fue casual, y pareció estar motivado por prejuicios raciales. Una madre que pasaba en su auto fue manejando hacia la acera y comenzó a tocar la bocina para que los muchachos dejaran a Lucas.
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