"Los Oidos De los sordos se abrirán" (Isaías). Cuando era joven perdí la capacidad de oír con el oído derecho, y luego, parcialmente, con el izquierdo. Tuve que acostumbrarme a leer los labios de las personas y, con frecuencia, tenía que pedirles que repitieran lo que habían dicho. Casi no podía oír el servicio de los domingos en una filial de la Iglesia de Cristo, Científico a la que asistía, y no alcanzaba a oír los testimonios en las reuniones vespertinas de los miércoles. La sensación de lejanía y separación era angustiosa.
En esta época de mi vida, una serie de acontecimeintos traumáticos sucedieron en un período muy corto y me causaron gran angustia mental y física. Me volví con humildad a mi Padre-Madre Dios pidiendo ayuda, y con el apoyo por medio de la oración de un practicista de la Ciencia Cristiana, poco a poco recuperé la salud. No obstante, la sordera persistía.
Había sido una dedicada estudiante de la Ciencia Cristiana durante toda mi vida, así que tenía confianza en que esta curación se lograría por medio de la oración. Aun cuando amigos bien intencionados me urgían para que buscara tratamiento médico, tenía la fuerte convicción espiritual de que no había ningún defecto en mis oídos. Estudié el significado espiritual de oídos según el Glosario de Ciencia y Salud por la Sra. Eddy, que dice en parte: "Oídos. No los órganos de los llamados sentidos corporales, sino comprensión espiritual".
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!