¿Acaso No Todos anhelamos estar incluidos en una familia? Por cierto, anhelamos que se nos ame, comprenda y acepte. Y todos necesitamos el amor de una madre y de un padre, sin tomar en cuenta la edad que tengamos.
Por lo general, pensamos que las familias son relaciones sanguíneas. Esto sería magnífico si todas las familias fueran afectuosas, amables y tolerantes. Pero no todas las familias son así, y tampoco están siempre con nosotros. A algunas personas ya no les queda vivo ningún miembro de su familia. Otras familias viven demasiado lejos para hacer más de una visita ocasional. Estas son situaciones humanas muy difíciles y frecuentes que dejan a muchos fuera del afectuoso círculo familiar. ¿Tenemos que aceptar esto como la manera en que es la vida a veces? ¿O hay acaso una respuesta espiritual para este problema humano?
La Biblia se refiere a Dios como Amor y también como Padre. Cristo Jesús habló con frecuencia de su Padre divino, incluso empieza la oración del Señor con "Padre Nuestro". El habló y actuó como si siempre hubiera sentido la presencia de su Padre divino, incluso en cierta ocasión dijo: "Yo y el Padre uno somos."Juan 10:30
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