El Noticiero De la noche en la televisión estaba transmitiendo un informe sobre un polémico misil militar. Allí estaba, elevándose a través de la atmósfera clara, con su estela blanca brillando tenuemente y atravesando el cielo azul profundo. Transcurrieron unos minutos antes de que yo despertara de una sensación de alborozo, a la sensata percepción de que ese objeto ¡no tenía el propósito de demostrar la belleza del vuelo espacial! Como el resto de los armamentos de ese tipo, había sido diseñado para apuntar hacia un blanco, algo o alguien "en alguna parte" identificado como "enemigo", y destruirlo.
En un mundo sediento de paz genuina, las palabras de Santiago en la Biblia expresan lo que tantos sienten: "Hermanos míos, esto no debe ser así".
Anhelamos profundamente liberar a la tierra de instrumentos de destrucción. Pero ¿de qué manera podemos realmente —realmente— llegar a la causa fundamental de los conflictos y las armas de guerra y eliminar de verdad el temor y la animosidad que provocan los conflictos?
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