Era Una De esas conclusiones mitad graciosas, mitad tristes a las que llegamos en la niñez.
Hace años, cuando era pequeña, oí decir que un residente local había fallecido "serenamente mientras dormía". Quedé tan impresionada que durante varias noches permanecí despierta en la cama hasta altas horas imaginándome que si me dormía, no despertaría, Demás está decir que este concepto de que estar físicamente despierta me mantendría viva pronto cayó en el olvido.
Creo que nunca volví a pensar detenidamente sobre esa deducción — que no tenía fundamento — hasta muchos años después cuando una noche uno de nuestros hijos pequeños estaba afiebrado y no tenía apetito. Habíamos pasado una tarde tranquila juntos, leyendo, orando, y jugando con un tren de madera nuevo. Después que el niño se fue a la cama y se durmió, continué orando hasta altas horas de la noche.
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