Anunciador: Este es El Heraldo de la Ciencia Cristiana, auspiciado por La Sociedad Editora de la Ciencia Cristiana, la actividad mundial de difusión de La Primera Iglesia de Cristo, Científico, en Boston, Massachusetts, E.U.A.
Moji: Hola, yo soy
Derek: Y yo soy .. .
Moji: ¿Sabes Derek?, he estado pensando sobre qué significa confiar, y me doy cuenta de que hay muchas cosas que solía dar por sentado de que eran dignas de confianza y que ahora pongo en duda.
Derek: Es verdad. Y nos preguntamos: “¿Cómo sé en qué puedo realmente confiar?”
Moji: A veces, cuando me encuentro en una situación en la que necesito confiar en Dios, me pregunto hasta qué punto debería confiar en Dios.
Derek: Te comprendo. A veces, surge el temor de que exista otro poder que sea más poderoso que Dios.
Moji: Así es. Esto es lo que más me llamó la atención de la experiencia de nuestra invitada. tuvo que enfrentar el hecho de que tal vez no estuviera segura en una situación peligrosa.
Derek: habla con Margarita en Buenos Aires, Argentina.
Margarita: Hace muchos años, mi esposo y yo nos dirigíamos una tarde a casa, y yo le dije: “Tengo que ir al supermercado”. No habíamos estado allí por más de dos o tres minutos cuando de repente escuchamos un tremendo ruido.
Paul: ¿A qué se debía? ¿Cómo era?
Margarita: Bueno, eran gritos. Entraron tres hombres, y uno de ellos llevaba una ametralladora. Se paró a unos dos metros de mí, apuntándola hacia mí y a todos, ordenándonos que les diéramos nuestros bolsos de mano. Querían nuestro dinero, y estaban asaltando el supermercado.
Paul: ¿Qué sintió en ese momento?
Margarita: Estaba aterrorizada. Pero cuando les oí decir que querían nuestros bolsos, pensé: “Quizás, cuando este hombre que lleva la ametralladora no me mire, pueda sacar el dinero del bolso y esconderlo en el bolsillo o en otra parte, antes de que me lo lleven”. Yo necesitaba el dinero. Pero, de repente pensé: "Rehuso aceptar este cuadro", e incliné mi cabeza y comencé a repetir el Padre Nuestro; tratando de comprender cada palabra que decía.. .
Paul: ¿Cómo le ayudó esta oración?
Margarita:. .. Sentí que Dios estaba cerca de mí cuando repetía el Padre Nuestro. En el momento en que empecé a orar, sentí que todo estaba bien.. . Me sentí en calma. De repente me vino al pensamiento algo que había leído esa mañana, una cita de uno de los libros de la Sra. Eddy [Escritos Misceláneos ]: “Ninguna evidencia de los sentidos materiales puede cerrarme los ojos ante la prueba científica de que Dios, el bien, es supremo”.
Paul: ¿Qué significó para usted en ese momento?
Margarita: Bueno, sentí que Dios nos estaba cuidando a todos. Que Dios era más poderoso que el cuadro que tenía enfrente. El mal parecía estar presente, y ser más poderoso que el bien. Por medio de la oración, sentí que era al revés. Que el bien estaba presente, y que eso era lo que iba a prevalecer. Me sentí realmente en paz. Dejé de sentirme aterrorizada. Mientras oraba, vi que había una niñita llorando, cerca de donde yo me hallaba.
Paul: ¿Cuántos años tendría?
Margarita: Tendría unos cinco años. Estaba muy asustada. Puse mi mano en su brazo y le dije: “No tengas miedo porque Dios está aquí mismo”. Entonces dejó de llorar. Después de esto, miré nuevamente y vi que dos de los jóvenes habían ido a otra sala en donde aparentemente se encontraba la caja de caudales. Luego volvieron protestando porque decían que no había dinero en la caja. Todos se fueron, diciendo que el asalto no valía la pena.
Paul: ¿De modo que pudo oírlos?
Margarita: Sí.
Paul: Conversando entre ellos cuando se iban.
Margarita: No se llevaron nuestros bolsos ni nos pidieron nuestro dinero. Cuando todo terminó, y estos jóvenes habían desaparecido, vi a una de las cajeras, una joven que estaba muy histérica. Me aproximé a ella y le dije: "Cálmese, porque esta noche puede ir a su casa y contarle a su familia lo que ocurrió. Y que está perfectamente bien". Y agregué: "¿Ve? Puede estar agradecida a Dios, porque se halla a salvo". Me miró y dijo: "¿Sabe?, tiene razón". Estaba sentada sobre el mostrador; bajó de un salto y se fue muy contenta.
Paul: ¿Qué significó esta experiencia para usted, cuando la recuerda desde la perspectiva actual?
Margarita: Sentí que pude poner en práctica allí mismo lo que había aprendido en la Ciencia Cristiana, lo que sabemos acerca de Dios y el hombre. Y que era eficaz.. . Fui bendecida, pero creo que todos en el supermercado también fueron bendecidos de una u otra manera.
Paul: Muchas gracias, Margarita.
Margarita: Gracias a usted, Paul.
Derek: Ciertamente Margarita venció el temor de que el mal pudiera ser más poderoso que Dios.
Moji: Así es, y la protección que experimentó Margarita y los demás en el supermercado me recuerda un versículo de la Biblia. Es del Salmo 56. "En Dios he confiado; no temeré; ¿Qué puede hacerme el hombre?"
Derek: El libro de los Salmos está lleno de razones para confiar en Dios. Sabes, Moji, lo que más me llamó la atención fue que esos hombres se olvidaron por completo del dinero que habían exigido de la gente que estaba comprando en el mercado. Eso fue una prueba del cuidado de Dios.
Moji: Claro que sí.
Derek: Esta confianza en Dios muestra que es algo más que fe en un Dios desconocido. Demuestra ser una comprensión de que el cuidado de Dios es seguro y verdadero.. . La Sra. Eddy escribe sobre esta comprensión en su libro Ciencia y Salud, donde dice: "La comprensión es la línea de demarcación entre lo real y lo irreal". Y cuando comprendemos que sólo Dios, el bien, es real, no tenemos que temer o atribuirle poder alguno a nada que parezca oponerse o contradecir este bien.
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El Todopoderoso será tu defensa.. .
Cuando fueren abatidos, dirás tú:
Enaltecimiento habrá;
y Dios salvará al humilde de ojos.
El libertará al inocente,
y por la limpieza de tus manos éste será librado.
Job 22:25, 29, 30
