Hace Quince Años decidí solicitar ser miembro de La Iglesia Madre, La Primera Iglesia de Cristo, Científico, en Boston, y de una iglesia filial en Francia. La secretaria me dio la solicitud para que la llenara. Cuando llegué a la pregunta: "¿Ingiere usted bebidas alcohólicas?", me paré de súbito, porque aunque estaba libre del uso de tabaco, aún tomaba bebidas alcohólicas.
El deseo de progresar en la comprensión de los escritos de la Descubridora de la Ciencia Cristiana, Mary Baker Eddy, era muy fuerte, así que me empeñé en la tarea de liberarme de este vicio. Cocteles, licores y cervezas fueron para mí relativamente fáciles de dejar; pero cuando llegué al vino, entonces tropecé con una pared de ladrillo. Mi pregunta fue ésta: ¿Por qué la Sra. Eddy nos pide que nos abstengamos del uso del vino, cuando Jesús y sus discípulos no solamente bebían agua, sino también vino, como hemos visto en el relato de la última cena antes de la crucifixión de Jesús? ¿Por qué? ¿Por qué la Sra. Eddy requería la abstinencia?
Un domingo por la mañana, antes del servicio de la iglesia, hablé con otro Científico Cristiano. El me dijo lo que había hecho; él simplemente puso una botella de agua en la mesa en lugar de una botella de vino. Bueno, pensé, yo puedo hacer esto. Hice esto y no he bebido vino desde entonces.
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