Es Probable Que la mayoría de la gente, en una u otra ocasión, se haya preguntado: "¿Soy suficientemente bueno para merecer la ayuda de Dios? ¿Puedo con razón esperar respuesta a mi oración?"
Para el Científico Cristiano estas preguntas podrían expresarse en esta forma: "¿Soy suficientemente bueno para poder dar tratamiento según la Ciencia Cristiana si alguien me lo pidiere? ¿O esto es para gente genuina, calificada, aprobada y suficientemente buena para hacerlo?"
Cualquiera que sea la forma en que se exprese la pregunta, la respuesta válida es que ya somos lo suficientemente buenos para orar.