Cuando Perdi A mi esposo me pareció que el mundo se me iba a caer encima. No solamente ya no tenía a mi querido esposo, sino que había perdido todo en un negocio que los dos habíamos organizado. Un empleado me había robado, dejándome en un mar de problemas y con impuestos por pagar. Me sentía muy sola y confundida; mi estado de desesperación incluía pérdida de la salud, del sueño y del deseo de vivir.
Fue en ese momento cuando una amiga íntima que conocía mis problemas, me dio un ejemplar de Ciencia y Salud por la Sra. Eddy. Inmediatamente me sentí atraída por la primera frase: "Para los que se apoyan en el infinito sostenedor, el día de hoy está lleno de bendiciones". Comencé a estudiar el libro, y como no lo entendía muy bien, recurrí a mi amiga quien me presentó a un practicista de la Ciencia Cristiana.
El conocer al practicista fue una ocasión de gran importancia en mi vida. Aprendí a conocer a Dios como nuestro Padre-Madre todo amoroso, y a volverme a El con sencillez y confianza. También aprendí a apreciarme más, inspirada por el hecho espiritual de que el hombre es la idea espiritual de Dios.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!