"En su libro The New Being, Paul Tillich escribe: '¿Cómo pintamos a Cristo Jesús? Los relatos en los Evangelios.. . lo pintan como un sanador'. Es sorprendente que este color, esta vívida expresión de Su naturaleza, este poderoso rasgo de Su carácter se haya perdido cada vez más en nuestro tiempo. Tillich continúa: 'Los grisáceos colores de un maestro moral, la tensa expresión de un reformador social, el suave rasgo de un servidor sufriente han prevalecido, por lo menos entre nuestros pintores, teólogos, y novelistas que escriben sobre la vida de Jesús, pero tal vez no tanto en los corazones de la gente que necesitan a alguien que los sane'.
"Paul Tillich toca una nota sensitiva. Somos un pueblo que necesita curación. Es verdad que el aspecto sanador de la vida y ministerio de Jesús no ha recibido la atención comparable y prominente dada a Sus enseñanzas morales y sociales. Como indica Tillich, no se debe a que no haya relatos de curaciones. La Biblia está llena con muchos relatos de curaciones hechas por Jesús. Instruyó a los discípulos: 'Id y predicad, el Reino de los Cielos se ha acercado. Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios'.. .
"Cuando la humanidad encara a la humanidad y existe una necesidad, debemos sanar. Lo hacemos comunicándonos.. . extendiéndonos en el nombre del amor, por el poder del Cristo.. . mediante la autoridad del Cristo que El dio primero a Sus discípulos y, por lo tanto, a nosotros. ¡No hay ninguna otra razón para una Iglesia.. . un movimiento llamado cristianismo!.. .
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