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Así como la plaza o el mercado en una comunidad es el lugar de encuentro para la gente y sus actividades, LA PLAZA es un lugar donde los lectores del Heraldo pueden compartir experiencias y lecciones que han aprendido mediante las revelaciones espirituales adquiridas al trabajar para la iglesia y la comunidad.

Algo en lo que las palabras "no huelgan"

SEMINARIO: CUANDO SE ESCRIBE PARA LAS PUBLICACIONES PERIODICAS

Del número de enero de 1992 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Hace Varios Años, una amiga conversó con nosotros justo antes de una reunión que el Departamento de Redacción del Journal, Sentinel y Heraldo celebró con los colaboradores de nuestras publicaciones periódicas. Se trataba de una persona que de ninguna manera abordaba las cosas con rodeos. Muy francamente nos dijo que habíamos sido negligentes al no darle información profesional más específica acerca de cómo escribir. Esperaba obtener esto en la reunión.

Después de la reunión, nos dijo que creía haber obtenido una perspectiva un tanto diferente. Había vislumbrado algo nuevo acerca de la base espiritual que tiene que fundamentar los escritos para nuestras revistas. A propósito, esta persona progresó hasta convertirse en practicista de la Ciencia Cristiana, y ahora es una continua colaboradora de nuestras publicaciones periódicas.

En cierto modo, el escribir para nuestras revistas religiosas tal vez pueda compararse al ejercicio de aprender cualquier técnica que requiere una disciplina exigente, como, por ejemplo, esquiar o tocar el violín. Para escribir, se tienen que aprender reglas y conocimientos prácticos, o sea, escribir con claridad y no muy extensamente. Evitar frases trilladas. Adherirse a un tema principal, y así por el estilo. Pero hay una gran diferencia entre la disciplina que se necesita al escribir para las publicaciones periódicas de la Ciencia Cristiana y la que se necesita para dominar cualquier otra técnica (inclusive la de escribir sobre otros temas). La diferencia estriba en que se supone que esta literatura no sólo tiene que proporcionar información sobre un tema determinado, sino que tiene que tener un efecto sanador.

Hoy en día muy pocas revistas — religiosas o de otro tema — se dan cuenta de la diferencia. De hecho, se podría pensar que escribir para producir un efecto sanador resultaría en algo anticuado, pietista, demasiado sectario. Pero el resultado debiera ser justamente lo contrario.

Es cierto que las revistas que fundó Mary Baker Eddy están destinadas a alcanzar a un público más extenso más allá de los miembros de la iglesia, pero al hacerlo, ellas deben impartir algo más de lo que sea meramente recreativo, informativo, moral y contemporáneo.

Esto por cierto no quiere decir que las revistas tienen que ser intolerantes, limitadas o jergales. Muy por el contrario. Pero tampoco significa que no haya una perceptible diferencia entre el escrito más o menos inspirador de algunas revistas y un artículo del Heraldo, Sentinel o Journal. Sin duda la calidad de pensamiento que se pone en un artículo para las publicaciones periódicas religiosas de la Iglesia de la Ciencia Cristiana debe ser diferente del pensamiento que se pone en el promedio de los artículos de revistas comerciales.

Si estas revistas han de ser lo que Mary Baker Eddy se propuso que fueran al fundarlas, entonces tienen que nacer de la práctica de la Ciencia Cristiana. Tienen que emplear con inteligencia la terminología cristianamente científica. Tenemos que compartir de manera natural y eficaz las vislumbres que obtenemos de Dios, del hombre, de la realidad espiritual y de la ley divina que es de lo que se trata el descubrimiento de la Ciencia Cristiana. Y así como la calidad del pensamiento de un practicista de la Ciencia Cristiana es diferente al pensamiento que esté abrigando un amigo casual respecto a alguien, así también el escribir para las publicaciones periódicas de la Ciencia Cristiana se basa en el abnegado escuchar espiritual que específicamente expresa al Cristo sanador.

El proceso mismo de escribir, como muchos de nosotros ya lo hemos visto, se parece a la práctica de la Ciencia Cristiana. Esto no quiere decir que flotemos en la nebulosa. El proceso puede muy bien involucrar una profunda lucha con nuestros propios temores y limitaciones, así como requerir un paciente esfuerzo por purificar nuestros motivos y subyugar el ego. Esto no es un proceso intelectual, sino de crecimiento espiritual. Tenemos que llegar a ser aquello mismo sobre lo cual estamos escribiendo.

Todo esto puede tener un inmenso efecto práctico en la calidad del escrito.

Como lo dice el Himno 237:

En silencio buscaremos y
Hallaremos al Señor;
Escuchando Su mensaje,
Que el Alma reveló.

Estamos esforzándonos por dejar que el Cristo se manifieste — el Cristo que puede hacer lo que los mortales no pueden — a saber, literalmente sanar.

UN COLABORADOR PERMANENTE NOS ESCRIBIO

¿Que Sera, Me pregunté, lo que impide que mis artículos queden aceptables desde el primer momento? Por algún tiempo he venido notando que cuando algún párrafo o la manera de expresar una idea en mis artículos me es especialmente gratificador, lo más seguro es que los Redactores me van a pedir que elimine esa sección o que reemplace esa frase tan apta con algo que no llame la atención. Pero como esto no siempre ocurre, me había estado resistiendo a corregirme en este tipo de cosas, a realmente preguntarme: "¿Es esto lo que las revistas necesitan, o será que pienso que lo que pienso es muy hábil o que expresa mi estilo particular?"

Evidentemente, esto no es nada más que sentido personal, y detrás del sentido personal, por lo general, podemos encontrar al magnetismo animal haciendo su trabajito, manipulándonos contra nuestros mejores intereses. Cuando llegué a este punto en mi pensamiento se me ocurrió que lo más seguro es que no sea yo el único colaborador que es manipulado de esta manera, y que aun cuando las razones específicas para tener que volver a escribir una y otra vez un artículo pueden diferir de un escritor a otro, en cada caso tiene que ser el magnetismo animal lo que está detrás de ello, consiguiendo retardar la afluencia de nuevos artículos procedentes de la Mente divina.

Pero la Verdad es todopoderosa. Toda la verdad que emana de Dios, específicamente dirigida hacia las publicaciones periódicas mediante los diversos colaboradores, está apoyada por el infinito poder de Dios. Por cierto que es lo suficientemente poderosa para barrer toda manifestación del sentido personal que trataría de obstruir un artículo y hacerlo inaceptable para publicación en su primera expresión. A medida que nos abrimos a esta inundación de la verdad dispuestos a dejar que ella barra todo sentido personal acerca de un artículo, podremos responder a las necesidades de las publicaciones periódicas sin la pérdida de tiempo que el reescribir involucra. Con esto no quiero decir que nunca tendremos que luchar con un artículo corrigiendo muchos manuscritos hasta dejarlo bien la primera vez. Pero, por lo menos, podremos evitar perder el tiempo en este proceso mayor de volver a escribir.

Uno De Los Redactores del Journal, Sentinel y Heraldo, en una charla que ofreció acerca de estas revistas, y que se publicó en el Sentinel del 9 de julio de 1960, hizo la siguiente observación: "El propósito de vuestras publicaciones periódicas es el de difundir extensamente las ideas espirituales que dan una inequívoca orientación al pensamiento humano, le infunden sabiduría y amor, y expanden su capacidad para expresar la poderosa inteligencia que es la Mente...

"Mediante la publicación de ideas inspiradoras, vuestras publicaciones periódicas tienen que llevar a cabo su potencial de apoyar el progreso del pensamiento humano sacándolo del laberinto del materialismo y llevándolo al conocimiento del hombre creado a la semejanza de Dios". Su charla manifiesta con claridad que sólo la idea espiritual y el Cristo infunden a las publicaciones periódicas valor y poder.

NOS ESCRIBIO UN MIEMBRO QUE COLABORA REGULARMENTE

[Nota: Los colaboradores del Journal, Sentinel y Heraldo son maestros, gente de negocios, amas de casa, granjeros, programadores de computadoras, y así por el estilo. Pocos se considerarían a sí mismos principalmente "escritores". He aquí una nota de un colaborador que da la casualidad es también un escritor profesional. Su carta ilustra que aun para los "escritores" los desafíos y recompensas que se reciben al escribir para las revistas dedicadas a la curación no son primordialmente de índole literaria o profesional, sino espiritual.]

Al Principio Comence a escribir para las publicaciones periódicas porque soy escritor, y pensaba que tenía que expresar mis ideas acerca de la Ciencia Cristiana. Mas desde entonces me he estado dando cuenta de que es más importante comprender lo que la Sra. Eddy dice acerca de un tema y vivirlo, antes de escribir y mientras escribo.

Estoy aprendiendo también que es necesario pensar en el lector con amor y respeto en lugar de pensar en mí mismo. En lo que a mí respecta, escribir artículos religiosos me hace especialmente vulnerable a los problemas de expresión y erudición, tales como justificación propia, explosiones de optimismo o pesimismo, exageración, predicación y abstracción. Pero el practicar la integridad, la humildad y el amor desinteresado cuando estoy escribiendo, me señala el camino y es también la razón de que el escribir para nuestras publicaciones periódicas enriquezca mi vida.

ALGUNOS CONSEJOS PARA ESCRIBIR, COMPARTIDOS POR EL PERSONAL DE REDACCION

Siempre Que Sea posible, trate de no dar por sentado que los lectores del Sentinel están familiarizados con la Ciencia Cristiana o que necesariamente tienen una fe arraigada en Dios. Tómese un momento para identificar de manera renovada e inspirada, los términos que se usan en la Ciencia, tales como magnetismo animal, mente mortal, error, tratamiento.

Esto ayudará al nuevo lector.

Manténgase en un tema. Cada artículo debiera realmente concentrarse en un sólo tema. Sin embargo, hasta los escritores con más experiencia a veces encuentran que el tema de un artículo se vuelve cada vez menos definido a medida que prosiguen. Una idea conduce a la otra, y antes de que nos demos cuenta nos hallamos escribiendo sobre dos cosas... o más. Todos sabemos del hombre que montó a su caballo y "cabalgó en todas direcciones". Una prueba a la que podemos someternos es tratar de resumir el tema del artículo en una sola oración. Si no podemos hacerlo, probablemente estemos tratando de abarcar dos o más temas al mismo tiempo.

• A veces ayuda pensar en el primer párrafo del artículo, la "introducción", como una clase de bienvenida. Si llama la atención, los lectores querrán seguir leyendo. Si no llama la atención no lo leerán, pese a todo lo que su artículo tenga para ofrecer. Una buena regla a seguir cuando se escribe "la introducción" es tratar de alcanzar de manera práctica al lector, quienquiera que sea y dondequiera que se encuentre. Recuerde que los lectores también están en culturas que no tienen exactamente las mismas tradiciones y puntos de vista que la suya.

Cómo pasar a máquina su artículo. Si es posible, escriba su manuscrito a triple espacio (si no es posible, entonces a doble espacio) dejando un margen de cuatro o cinco centímetros en todos los márgenes de la hoja. Eso nos ayudará mucho al trabajar con su manuscrito.

No Estariamos recibiendo cartas como las que compartimos a continuación si los escritos de nuestros colaboradores no estuvieran apoyados por la demostración. Es la luz que resplandece en la oscuridad — en medio de la noche — la que eleva y toca el corazón de los lectores como ninguna otra cosa puede hacerlo. Es esta luz la que trasciende asuntos de estilo y aun de contemporaneidad; es esta luz la que constituye la esencia de lo que tenemos para compartir con toda la humanidad.

DEL REDACTOR DE UNA REVISTA DE ECONOMIA EN MOSCU

Leí [el Sentinel] con sumo interés... Las reflexiones acerca de la espiritualidad, acerca del parentesco de las almas, son muy importantes para mí; concuerdan con mis ideas acerca de la vida.

ESCRITOS QUE SANAN

Hace poco tuve una curación al leer algunos Sentinels. Durante meses me había estado doliendo un lado de la cabeza y también un oído. Además no podía leer durante más de [unos quince minutos] sin sentir gran dolor en un ojo. Como la condición fue empeorando, ya que comenzó a manifestarse no ocasionalmente sino a diario, tenía que subyugar el temor. Oré para comprender más acerca de mi relación con Dios, y, finalmente, llamé a una de mis hermanas que es practicista de la Ciencia Cristiana y se anuncia en el Journal.

Mis Sentinels se habían estado acumulando al lado de mi cama y me había propuesto cancelar mi suscripción debido a mi incapacidad de leer y también por razones económicas. Tres noches después, tomé uno de los Sentinels para leer antes de dormirme. Entonces tomé otros. Imagínese mi sorpresa cuando miré el reloj y vi que había estado leyendo durante dos horas. El dolor en la cabeza había desaparecido, y había estado leyendo sin que me doliera el ojo.

El problema fue completamente superado. Demás está decir que renové mi suscripción al Sentinel.

DESDE UNA SALA DE ESPERA DE UN HOSPITAL

Durante mis quince minutos... en la sala de espera del hospital, tomé al azar una de sus revistas... Comencé a hojear sus páginas y esto luego se convirtió en una intensa lectura porque el proceso del pensamiento me abrió los ojos...

¿Cómo puedo obtener más literatura de su organización?

LO QUE NOS ESCRIBIO UN PRISIONERO

La sólida fe y el buen razonamiento de los artículos pueden ser útiles para aportar estabilidad a la vida humana con unas pocas áncoras... El Sentinel presenta un desafío al pensamiento serio y al despertar consciente de uno mismo, aun para aquellos que no son Científicos Cristianos. En este mundo "superficialmente acomodado", la certeza de la estabilidad de Dios y de Su propósito para todos aporta paz.

DE UN LECTOR DE LA COSTA DE MARFIL

Hace poco, un amigo me regaló cuatro ejemplares viejos de su revista mensual... Francamente... no tengo... palabras para describir la inestimable ayuda y el profundo despertar que sus revistas me han aportado.

DE UN PASTOR ORTODOXO DEL ORIENTE

Gracias por su artículo en el número de febrero de 1990 de The Christian Science Journal...

Pensé en el mensaje que aportaba porque decía la verdad acerca de la Verdad. Llegó en el momento en que lo necesitaba.

ALGUIEN ENCONTRO UN SENTINEL EN EL TALLER DE UN ZAPATERO

Hace más o menos cuatro años, tomé un ejemplar de un Sentinel dejado para distribución gratuita en el taller de un zapatero. En aquella época no me hallaba interesado en la curación, pero buscaba la Verdad sinceramente. Me impresionó el nuevo enfoque acerca de Dios y del hombre, y también que la oración puede sanar tanto el pecado como la enfermedad ahora como lo hizo en la época de Cristo Jesús.

Meses después, decidí visitar una Sala de Lectura de la Ciencia Cristiana y aprendí cómo comenzar a estudiar seriamente este restablecimiento del "Cristianismo primitivo y su perdido elemento de curación" [Manual de La Iglesia Madre por la Sra. Eddy]. A partir de aquel día mi concepto acerca de la vida cambió.

Después Que Usted ha escrito su artículo puede repasarlo una vez más con estas preguntas en mente: ¿Aportará este artículo esperanza a un lector desesperado? ¿Llegará realmente este artículo al lector en el nivel en que se encuentra ahora en vez de en el nivel en que a mí me gustaría que se encontrara? ¿Comparte el artículo la Ciencia del Cristo y las verdades metafísicas esenciales para su demostración? ¿Hay realmente luz espiritual y curación en mi artículo?

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