¿Hay Alguien Entre nosotros que, en una ocasión u otra, haya despertado por la mañana preguntándose cómo va a pasar ese día, deseando no tener que encararlo?
El temor, por supuesto, es el enemigo principal. He comprobado que lo que me ayuda a aliviar mis temores es dirigir mi pensamiento a las verdades en cuanto a Dios y al hombre que estoy aprendiendo en mi estudio de la Ciencia Cristiana. De acuerdo con la Biblia, una verdad esencial es que Dios, el Espíritu, es el afectuoso creador que lo ha hecho todo y lo ha hecho bueno. La verdad resultante es que el hombre, hecho a semejanza del Espíritu, es la creación espiritual de Dios, que posee todo lo bueno que Dios da.
Cristo Jesús explicó a un mundo incrédulo: “El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha”. Al aprender lo que Jesús conocía acerca de la esencia espiritual de nuestro ser, podemos obtener una creciente y segura libertad. A medida que comprendemos mejor el amor que Dios tiene para con nosotros y empezamos a demostrar en nuestra vida diaria el poder y el cuidado protectores del Espíritu infinito, primero se va un temor, y luego otro y otro.
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