¿Hay Alguien Entre nosotros que, en una ocasión u otra, haya despertado por la mañana preguntándose cómo va a pasar ese día, deseando no tener que encararlo? El temor, por supuesto, es el enemigo principal. He comprobado que lo que me ayuda a aliviar mis temores es dirigir mi pensamiento a las verdades en cuanto a Dios y al hombre que estoy aprendiendo en mi estudio de la Ciencia Cristiana.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!