Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer

Es Con Profunda gratitud a...

Del número de enero de 1992 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Es Con Profunda gratitud a Dios que deseo relatar una curación que tuve por medio de la Ciencia Cristiana. Hoy soy Científico Cristiano a consecuencia de esta demostración del amor de Dios por mí.

En 1986, cuando estaba jugando rugby, me llevaron con urgencia a una clínica grande (donde mi padre trabaja como médico) en la capital de Zaire [Kinshasa], debido a dolores en el pecho. El médico que me examinó, me dijo en presencia de mi padre que yo tenía un corazón débil, y que solo tenía algunos días de vida. Cuando oí este veredicto, lloré creyendo que me iba a morir.

Cada mañana venía una mujer para consolarme. Al principio, yo no comprendía muy bien sus comentarios, pero a consecuencia de sus visitas, me olvidé de mi tristeza, dando lugar a la alegría. Cuando dejé la clínica había mejorado mucho. De regreso en casa, echaba de menos a esta señora y estaba obsesionado con pensamientos de muerte. Me encerré en mí mismo, y no veía ni a mi familia ni a mis amigos. Un mes después de salir del hospital, tuve una recaída. Los medios materiales no podían sanarme. De acuerdo con el médico, todo lo que podía hacer era esperar la muerte.

Iniciar sesión para ver esta página

Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!

Para explorar más contenido similar a este, lo invitamos a registrarse para recibir notificaciones semanales del Heraldo. Recibirá artículos, grabaciones de audio y anuncios directamente por WhatsApp o correo electrónico. 

Registrarse

Más en este número / enero de 1992

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.