En 1981 Me Sentenciaron de uno a seis años de prisión, como resultado de un crimen que cometí mientras estaba bajo la influencia de las drogas. Mientras cumplía mi condena, tuve mucho tiempo para reflexionar acerca de mi estilo de vida. Sinceramente deseaba enmendar mi vida. Durante mi estadía en la prisión en la región norte del estado de Nueva York fui a la capilla donde se celebraba un culto conducido por Científicos Cristianos, y allí obtuve un ejemplar de Ciencia y Salud por la Sra. Eddy. Este fue el único culto religioso al que asistí durante mi encarcelamiento porque me transfirieron a otra prisión donde no se celebraban cultos de la Ciencia Cristiana.
Yo tenía el libro Ciencia y Salud y decidí leerlo. El libro inmediatamente cautivó mis pensamientos porque las ideas eran sumamente revolucionarias y me dieron esperanzas. Decidí leer este libro más minuciosamente, puesto que tenía bastante tiempo para hacerlo. Decidí hacer un programa, en el cual leería cada día cien páginas de Ciencia y Salud.
Al principio algunas ideas parecían abstractas, pero a medida que continué leyendo, empecé a comprender los conceptos que explicaba el libro. Todos los pensamientos deprimentes que había tenido, desaparecieron gradualmente. El libro me dio más esperanza; me dio una mejor comprensión de lo que podía lograr con la ayuda de Dios. Noté que mi actitud poco a poco cambió.
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