Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer

Agradezco Mucho A mis padres...

Del número de abril de 1992 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Agradezco Mucho A mis padres que me hayan llevado con regularidad a una Escuela Dominical de la Ciencia Cristiana durante mi niñez. Atribuyo mi pasada y presente buena salud a la comprensión de las verdades espirituales que adquirí allí.

Una curación que tuve de niña testifica la eficacia de la oración en la Ciencia Cristiana. Mi hermana y yo padecimos de sarampión. No recibimos tratamiento médico. En su lugar, mis padres pidieron a una practicista de la Ciencia Cristiana que orara por nosotras. Al día siguiente, la erupción casi había desaparecido. La curación fue rápida y permanente.

Hace varios años tuve la oportunidad de participar en un viaje de estudios en el Sur de Asia. Se recomendaban vacunas y medicamentos preventivos, pero no eran requisitos legales. Yo había comprobado en la Ciencia Cristiana que Dios es nuestro verdadero sanador y protector. Debido a esto decidí confiar en Dios exclusivamente.

No obstante, a pesar de mi convicción de que estaba bajo el cuidado de Dios, me sentí perturbada por el temor a un contagio semanas antes de salir. Puesto que parecía incapaz de vencer el temor, pedí a un practicista de la Ciencia Cristiana que me ayudara mediante la oración. El practicista no pasó por alto el peligro, pero me ayudó a comprender mejor la ley omnipresente de Dios. Mediante el tratamiento de la Ciencia Cristiana recuperé la paz. Por primera vez en varias semanas me sentí libre de toda duda y sentí la presencia del Amor divino. El practicista me explicó que es imposible que la enfermedad se entremeta en la buena creación de Dios, en la cual yo estaba incluida. Con esta ayuda mediante la oración y mi propia oración y dedicado estudio de la Biblia y los escritos de Mary Baker Eddy, pude comprender más acerca de la perfecta protección de Dios.

No me hice vacunar ni llevé conmigo medicamentos en mi viaje. Durante mi estadía en el Sur de Asia me sentí protegida y tuve cuidado de reemplazar cualquier pensamiento de temor con el reconocimiento de la presencia todopoderosa de Dios. Durante todo el tiempo no solo estuve libre de enfermedades, sino también de toda clase de peligros.

Estoy agradecida por el perfecto ejemplo de Cristo Jesús y por los escritos de la Sra. Eddy, los cuales nos fundan sobre la roca, el Cristo. Mediante la Ciencia Cristiana podemos comprender y experimentar la ley de Dios. “Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios” (1 Juan).


Para explorar más contenido similar a este, lo invitamos a registrarse para recibir notificaciones semanales del Heraldo. Recibirá artículos, grabaciones de audio y anuncios directamente por WhatsApp o correo electrónico. 

Registrarse

Más en este número / abril de 1992

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.