Una noche, después de la cena Daniel estaba en la cocina con su mamá dando unos pedazos de carne a sus dos perros Capitán y Trébol. De pronto los dos grandes perros de rubio pelaje comenzaron a pelear por la comida. Gruñían fieramente y los colmillos parecían estar mordiendo en todas direcciones.
Por un momento Daniel y su madre no sabían qué hacer, ¡la situación era alarmante! Capitán y Trébol habían sido siempre perros muy mansos y nunca peleaban. Enseguida Daniel y su mamá comenzaron a separarlos.
La madre agarró a Capitán, y Daniel a Trébol, pero antes de que ella dominara a Capitán, éste saltó sobre Trébol mientras Daniel trataba de apartarlo. Accidentalmente Capitán mordió la rodilla desnuda de Daniel.
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