Hace poco hablamos con varios hombres y mujeres que se dedican a la práctica pública de la curación por medio de la Ciencia Cristiana. Les preguntamos acerca de sus primeros años en el ejercicio de este ministerio, y qué fue lo que los llevó a dedicar su vida a ayudar a otros por medio de la oración.
Sus antecedentes son diversos. Algunos han sido estudiantes de la Ciencia Cristiana toda la vida. Otros eran estudiantes de Ciencia relativamente nuevos cuando comenzaron a ayudar a otros por medio de lo que ellos estaban aprendiendo. Los entrevistados tuvieron diferentes ocupaciones: vendedor, capellán de la marina, enfermera de un hospital, banquero, una joven madre de cuatro niños pequeños que además se ocupaba de cuidar bebés, estas personas no se pueden estereotipar o categorizar.
Excepto, tal vez, que todos ellos mencionan, de una u otra manera, su anhelo de ayudar a otros. Este anhelo desinteresado fue reemplazando gradualmente otras ambiciones o carreras, hasta que se convirtió en el centro mismo de su vida.
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