Hace Unos Doce años conocí la Ciencia Cristiana a través de una amiga que era Científica Cristiana desde hacía muchos años, y que vive con su familia en el oeste de Alemania. En ese entonces ella y su familia vinieron a visitarme a mi apartamento en Berlín oriental. Como sabía que yo tenía problemas de salud, me trajo el libro Ciencia y Salud por la Sra. Eddy.
En esa época yo sólo conocía la Ciencia Cristiana de nombre. Hacía cuatro años que estaba bajo tratamiento médico debido a una enfermedad pulmonar. Esto había requerido prolongadas estadías en los hospitales y medicación continua. Durante mi niñez fui educada en la fe cristiana, pero eso no me había llevado a un entendimiento más profundo de Dios. Ahora estaba agradecida por la oportunidad de aprender que Dios es “nuestro pronto auxilio en las tribulaciones” (Salmos).
Dejé de tomar la medicación prescrita y comencé a orar. Además leí Ciencia y Salud y practiqué las enseñanzas de la Ciencia Cristiana que contiene. Al principio, sentí miedo, pero superé el temor por medio de la oración y fui mejorando gradualmente.
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