La Descubridora De la Ciencia Cristiana, Mary Baker Eddy, al reconocer el notable progreso en el crecimiento de la iglesia logrado por sus primeros alumnos en el área de Chicago, hizo este comentario: “Un buen criterio, un algo poderoso enterrado en las profundidades de lo invisible, ha operado una resurrección entre vosotros y se ha manifestado en amor viviente” ( Miscellany ). Después preguntó y dio respuesta a esta pregunta: “¿Qué es este algo, este fuego del fénix, esta columna de nube diurna, que ilumina, guía y protege vuestro camino? Es la unidad, el vínculo de la perfección, la expansión diez veces centuplicada, que circundará al mundo, la unidad que más despliega al pensamiento en lo más profundo de nosotros hacia lo más grande y mejor, la suma de toda realidad y todo bien”.
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