¿Te has encontrado alguna vez tratando de arreglar tu cuarto y pensando al mismo tiempo que detestas hacerlo? Es trabajo pesado. ¿Y qué te parece jugar fútbol o ayudar a mamá a hacer galletas o cualquier otra cosa que te encanta realmente hacer? ¡Eso sí que es fácil! Se puede hacer por horas sin sentir cansancio o aburrimiento, ni desear estar en cualquier otra parte. Con cuánto gusto hornea uno las galletas pensando en compartirlas más tarde con la familia, y siempre está uno listo para jugar otro juego la semana entrante. Cuando uno hace algo que le gusta, no parece que sea trabajo.
Puede que uno diga: "No me gusta limpiar mi cuarto. Tampoco me gusta estudiar matemáticas. Es muy aburrido. Es muy pesado. ¿Cómo voy a hacerlo con gusto si me fastidia?"
¿Cómo podemos amar? La Ciencia Cristiana nos enseña que podemos aprender a amar volviéndonos a Dios, el Amor divino.
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