Una Curacion Que tuve hace muchos años, contribuyó grandemente a mi crecimiento espiritual. Una noche, me sentí mal, con síntomas que incluían hinchazón e intenso dolor en la región abdominal. Durante las dos semanas siguientes, una practicista de la Ciencia Cristiana, muy amorosa y alentadora, me dio tratamiento por medio de la oración.
Dos miembros de mi familia estaban sumamente preocupados por mi estado de salud. Estoy muy agradecida porque no se opusieron a que me apoyara en Dios para la curación y también porque estuve totalmente exenta de todo temor. Mientras oraba por mí misma, pensé en Cristo Jesús, en tantas cosas que tuvo que soportar y en la firmeza con que hizo frente al odio, la negligencia y el sufrimiento. También pensé en su consagrada seguidora, la Sra. Eddy, y la extraordinaria labor que ella llevó a cabo al explicar las verdades espirituales de la Vida, en su libro Ciencia y Salud.
Una noche, mientras la practicista estaba sentada junto a mi cama orando en silencio, repentinamente se manifestaron indicios de que un cambio evidente se estaba produciendo en mi abdomen. Paralelamente, el dolor fue cediendo y, a la mañana siguiente, me sentí completamente libre.
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